CAPITULO 36

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Parte 1;

Llegar a las instalaciones no fue difícil. Entrar tampoco. Todo el mundo aún me recordaba y los accesos aun me tenían identificada.

-"Bienvenida agente Ellbereth".-pronunciaba la computadora cuando abría las puertas dejándome pasar.

Caminé con prisa, por los típicos suelos grises, que recordaba. Era tan natural pasar por aquí, doblar por allá; mi cuerpo lo recordaba con facilidad. Llegué al pasillo de la oficina que deseaba. Todo mi antiguo grupo y un par de nuevos se encontraban ahí intentando escuchar atraves de puertas y ventanas; sin notar mi presencia.

-Muévete.-empujé sin remordimiento a la persona que estaba en la puerta. Ni siquiera me fijé en quien era.-Steve!!! Sal de ahí, ahora mismo!!!

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-"Ya esta aquí".-anunció Steve escuchando los golpes de la pequeña Ell.- "Sam no es bueno mintiéndole. Pero es bueno protegiéndola, al igual que todos...salvo excepciones claro esta."

-"Entrará si lo desea".-pronunció apacible Phill Coulson, aceptando los reclamos de su héroe.-"No he quitado su huella del registro; jamás lo haría"

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-Steve!!!.-gritaba encabronada, golpeando con el puño la puerta una y otra vez. La gente detrás de mi, no dijo ni hizo nada. Se mantuvieron quietos a una distancia prudente. Inteligente decisión.-Steve!!! Lo prometiste!!.-continúe con mis reclamos, hasta que mi mano cayó en el escáner, que brilló en verde permitiendo mi paso. Mi mano picaba por coger la perilla de la puerta y entrar. Pero mi orgullo y obstinación se oponían. Me estaban dejando elegir; no caería en su trampa. Con un suspiro frustrado, pateé la puerta por ultima vez antes de apoyar me cabeza contra la pared maldiciendo por el dolor que ocasionó el golpe en mi tobillo izquierdo.

Los minutos pasaron convirtiéndose en horas. El reloj de mi teléfono anunciaba las 6:37 de la tarde. No me moví, ni los demás tampoco. Ávidos de saber que fue lo que se habló adentro. Escuchar su cuchicheo me molestaba de sobremanera, pero justo ahora odiaba mas a Steve. No discutiría mucho con él. No tenía energías ya; el venir aquí me había agotado de sobremanera. Haberme negado el problema no fue buena idea. No debo quitarle importancia a las cosas. Vaya resolución después casi doce meses.

El sonido de la puerta abrirse me alertó, haciéndome parar cual resorte. Estaba lista! Vaya que lo estaba. No lo miraría; solo tomaría a Steve del brazo y lo sacaría de aquí, para pelear en casa. Ese era mi plan.

-Vámonos.-fue lo único que dije, tomándolo con fuerza de la mano. Intentaba estirarlo, pero se resistía.

-Ell...-me estiró él a mi, aprovechando mi agarré.-Tranquila, todo esta bien.

-Solo vámonos.-insistí, intentando soltarme de su agarre.

-No se puede.-contradijo calmado.

-No quiero estar aquí!.-Hable con voz inestable. Genial! Lo que me faltaba, ponerme emocional cual crio, para que terminen burlándose de mi. Que vergüenza!. Steve lo notó, y me escondió con su cuerpo, mientras me abrazaba.

-Lo se, lo se. No sabes cuanto lo siento. Pero el gobierno esta peinando el área. No podremos salir hasta que se vayan.

-Sam tenía razón, nunca debí haber venido.

-Me alegra que estés aquí. Debes escucharlo.

-No! No la haré.-zanjé. Nada me haría cambiar de opinión.

-No tiene que ser hoy.-me sonrió.-Ahora necesito que seas fuerte y lideres este lugar con tu presencia como solías hacerlo. Hagamos que estos días sean geniales. Domínalo todo!.-me animó despeinando mi cabello.-¿Cres que puedas hacerlo?

LEALTAD (La Hija De Tony Stark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora