Capítulo 13: La batalla privada de kagome

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Kagome miró a su mejor amiga con la boca abierta. -Uhm- finalmente comenzó, -es una larga historia, pero ...- miró a Renkotsu y Ginkotsu, que la miraban con interés. -¡Quizás deberías explicarlo entonces!- Ella chasqueó.

-La hemos adoptado- respondió Ginkotsu simplemente.

-¿Por qué?- Sango jadeó.

-Porque tenemos que cuidarla y protegerla- respondió Ginkotsu con la misma sencillez. Sango miró la cara de Ginkotsu, lo que quedaba de él se fusionó en una especie de máquina de matar.

Finalmente, la exterminadora de demonios se levantó y miró al único ojo bueno de Ginkotsu.
-Bueno, ¡ciertamente parece que tienes lo necesario para protegerla!- Ginkotsu sonrió radiante.

Miroku llegó al claro con Banktosu cubriéndolo. -¡Me encantaría saber qué está pasando! ¿Por qué están ustedes tan lejos al sur, tan lejos de Naraku? ¿No fueron traídos de la muerte para poder protegerlo?- Miroku preguntó. Cada vez que había preguntas que hacer, siempre parecía que él era el que las hacía. Tal vez fue porque él, era un monje.

-¿Sabes qué? No necesitamos estar en el monte Hakurei para protegerlo. Él es más que capaz de cuidarse a sí mismo- espetó Bankotsu. -Llevaremos a Kagome de regreso a un pueblo donde puede regresar a su hogar, a su época. Debes saberlo-

-Sí, ella tiene una prueba de trigonometría- les recordó Renkotsu a todos.

-¡Y también tiene algunas cosas que necesita traer para nosotros!- Jakotsu agregó.

Sango, Miroku y Shippo estaban sin palabras. Finalmente Shippo preguntó: -¿Estás cambiando de bando?-

-Ciertamente parecería así- respondió Renkotsu, con Bankotsu, Suikotsu y Jakotsu todos asintiendo con la cabeza, y Ginkotsu agregó su "Gessh" también.

-Bueno, ¡no podemos decir que no estás tomando la decisión correcta!- Miroku comentó.

-¡Esperen un minuto! ¿Cómo se supone que debemos confiar en ustedes? ¿No se supone que están todos bajo el poder de Naraku? Todos ustedes todavía tienen fragmentos de la perla, ¿verdad?- Sango preguntó enojada.

-Es cierto que Naraku intenta contaminar nuestros fragmentos de vez en cuando, según Kagome. Nuestra hermana pequeña ha sido muy útil para mantenerlos puros. Por eso realmente abandonamos el norte, para poder escapar de su influencia. Una vez que Estemos aún más al sur, esperamos poder mantenernos fuera del alcance de Naraku una vez que ella regrese a su época- explicó Bankotsu.

-¿Quieres decir que no estás bajo el poder de Naraku constantemente? ¿No estás bajo algún tipo de hechizo?- Sango exigió.

-No, Naraku nos dio órdenes de matar a todos a la vista, pero, en realidad, nosotros somos los que decidimos- Jakotsu se encogió de hombros. -¡Sí, no puedo culpar a Naraku totalmente por nuestro mal comportamiento!- le guiñó un ojo.

-Sango, estás pensando en Kohaku, ¿no?- Miroku preguntó.

-¿Kohaku? ¿Lo conoces?- Jakotsu y Bankotsu preguntaron al mismo tiempo.

-¡Por supuesto que sí! ¡Es mi hermano menor! ¿Lo han visto últimamente? ¿Está bien?- Sango preguntó desesperada.

-¿Lo vimos hace cuatro o cinco días? Sí, está bien. Estaba con Kanna, esa niña albina- informó Bankotsu. Cuando Sango parecía visiblemente aliviada, preguntó:
-He tenido la intención de preguntar, ¿qué hacen exactamente Kohaku y tú? Ambos parecen estar vestidos y entrenados como ninjas-

-¡Oh, no, no somos ninjas, somos exterminadores de demonios!- Sango respondió, aún más perpleja.

-¡Oh!- Bankotsu y Jakotsu respondieron al unísono. -Ni siquiera sabía lo que solía hacer antes de ser puesto bajo el control de Naraku. Todo lo que sabía era que no era un ninja- agregó Jakotsu como explicación.
-¿De qué se trata todo esto? Kohaku tiene muy poco que ver con nosotros, además del hecho de que se supone que todos debemos trabajar para Naraku-

Pequeña HermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora