Pequeña Hermana

Capítulo 44: Super escudo

Ginkotsu finalmente continuó tirando de su vieja máquina parecida a un tanque, usando su fuerza superior. -¡Hombre, ese fue un susto que tuvimos! ¡Ciertamente me alegro de que haya terminado!

Hojo Toshiro se estremeció. Ha sido espantoso. ¡Todos habían sufrido un dolor terrible, cerca de la muerte! Incluso él mismo casi se había disuelto. Estar contento de que hubiera terminado ni siquiera cubría el profundo alivio de Toshiro. ¿Cómo se lo tomó tan a la ligera el fornido guerrero que tiraba del tanque hacia adelante? Bueno, en realidad no todo el mundo se lo tomó tan a la ligera. Renkotsu se había vuelto contra Jakotsu por alguna razón inmediatamente después de que sucediera...

<<"-¡Estúpido hijo de puta! ¿Por qué no nos dijiste que venía?- Renkotsu gruñó a Jakotsu.

-¿Cómo se suponía que iba a saber que venía?- Toshiro habló.

Renkotsu volvió sus fríos ojos hacia Toshiro. -¡Se supone que debe ser útil, y hasta ahora todo lo que ha hecho es proporcionar algo de peso muerto para que lo cargue Ginkotsu!.

-¡Deja a mi Toshiro en paz!- Jakotsu estaba furioso.

-¡Mi principal problema es contigo, Jakotsu! ¡No te olvides dónde pertenece! O yo…- comenzó Renkotsu mientras avanzaba. De repente, de la nada, o eso parecía, una luz verdosa rodeó a Jakotsu. Renkotsu lo tocó; ¡era una barrera!

Su piel comenzó a picar. -¿K... Kyokotsu?

-No, ese fui yo- dijo Toshiro con una pequeña sonrisa. Los ojos de Renkotsu se agrandaron. -Pero, Kyokotsu me ha estado enseñando cómo hacerlo. ¿Bastante bien, eh?

-Yo ... yo- comenzó a decir Renkotsu, pero las palabras le fallaron.

Finalmente, Bankotsu se dirigió hacia ellos. -¿Qué está pasando aquí? ¿Qué les detiene a todos?

-N... Nada, her...hermano mayor- tartamudeó Renkotsu mientras comenzaba a mirar salvajemente a su alrededor.

-¿Qué quieres decir con nada? ¡Hay una barrera alrededor de Jakotsu! ¿Kyokotsu?- Bankotsu dijo con una falta de aliento reservada para alguien realmente asombrado.

-Uhm, no puedo mantener la barrera levantada si queremos movernos, así que tendré que quitarla. ¿Estarás bien?- Toshiro le preguntó a Jakotsu.

-Estaré bien. Pero recuerda, no hagamos de eso un hábito si necesito pelear- le recordó Jakotsu a Toshiro con un poco de severidad.

Bankotsu se sorprendió. -¿Hay algo más que hagas?- le preguntó a Toshiro.

-Yo... no lo creo- respondió con un trago. -Ni siquiera supe que podía hacer eso. Mi vida se volvió tan extraña desde que me rompí el tobillo- admitió.

-Oh, eso me recuerda, una vez que recuperemos a Suikotsu, necesita curar el tobillo de Toshiro- anunció Jakotsu. Todos guardaron silencio. Jakotsu pareció ignorarlo por completo y siguió adelante. Ginkotsu volvió a tirar de la máquina con forma de tanque en la que viajaba Toshiro...">>

-Hmph, estoy tratando de no ser un peso muerto- suspiró Toshiro en voz alta. No sabía qué más traería esta extraña noche, pero sabía una cosa con certeza. No le gustó ni un poco Renkotsu.

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-Ese era definitivamente el Kaze no Kizu de Inuyasha- confirmó Miroku. -Si solo la señorita Kagome estuviera aquí, sería capaz de sentir el fragmento de la perla de Naraku. Tal como está, hay una inmensa aura demoníaca aquí.