Capítulo 16: El examen de Kagome

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Kagome se frotó la parte baja de la espalda mientras se sentaba en el fondo del pozo devorador de huesos. Luego, se ajustó la blusa lo mejor que pudo y gritó:
-¡Naraku, espero tener la oportunidad de lanzarte personalmente una flecha sagrada directamente hacia tu..!

-¡Kagome! ¡Has vuelto, finalmente! ¿Por qué tu mochila se está desmoronando? Oh, Dios mío, ¿es oro? ¡Oye, abuelo, somos ricos! ¡Kagome regresó con dinero!- Sota gritó.

Unos momentos más tarde, después de que Sota bajara al pozo, recogiendo monedas de oro que habían caído de la bolsa de Kagome, aparecieron el abuelo y la mamá. -Nos estábamos preparando para la cena, querida. Sal de allí y lávate- le aconsejó mamá.

-Kagome, querida, ¿de dónde sacaste ese dinero, durante la Era Feudal?- Preguntó el abuelo. Tomó la bolsa de Kagome cuando ella y Sota salieron del pozo por fin. Sota le entregó al abuelo las monedas que había recogido.
-Hmmm ... ¡recuerdo haber aprendido que durante esos tiempos, muchos de los daimyos tenían poco oro y dinero como este! ¿Tú e Inuyasha encontraron algún tesoro enterrado en alguna parte?.

-Algo así, abuelo. Mira, necesito saber cómo vamos a cobrar este dinero para que pueda usarse en estos tiempos. No puedo entender nada, ¿tienes alguna idea?- Preguntó Kagome.

Después de unos segundos, el abuelo reflexionó: -Bueno, siempre está mi viejo amigo de cuando estaba en la guerra...

Mamá jadeó. -¡No te refieres a ese viejo ladrón!- ella frunció el ceño.

-Oh, tienes razón, no debería hacer eso...- El abuelo la aplacó, luego le guiñó un ojo a Kagome. Se puso la blusa lo más arreglada posible, pero, por supuesto, mamá ya parecía haber notado que su ropa estaba rasgada y sucia de lo habitual.

-Kagome, parece que la pasaste mal esta vez. ¿Estás bien? ¿Te cuidó Inuyasha?- Mamá preguntó.

-Yo ... estoy bien, mamá. Solo necesito comer, lavarme y dormir y tomar mi examen mañana- respondió Kagome un poco temblorosa.

-¿Estás segura de que puedes tomar esa prueba mañana, Kagome? Sé que estabas teniendo problemas con la Trigometría antes de comenzar a viajar a la Era Feudal. Con todas tus ausencias de la escuela, espero que puedas tomar esa prueba. Es un milagro que hiciste bien en tus exámenes de colocación! Pero esta prueba...-Mamá se preocupó mientras empujaba a Kagome a través de las puertas corredizas hacia la sala de estar.

-No te preocupes, mamá. Alguien de la era feudal me ayudó con eso. ¡Escribió notas para todo el libro de texto! ¡Y por una vez, lo entiendo todo! ¡Realmente, que voy a pasar el noveno grado!- Kagome le aseguró a mamá camino a su habitación. ¡Necesitaba cambiarse de ropa, necesitaba bañarse, finalmente! Podía contarles a todos en su familia moderna sobre su nueva familia, los Shichinintai, durante la cena ...

Mientras Kagome se quitaba la ropa desgarrada, pensó que sentía un goteo de... una presencia de algún tipo. Respiró hondo y luego lo soltó. Se dio la vuelta y allí, en la esquina del baño, estaba la forma achaparrada y fantasmal de Mukotsu. -¡Pervertido!- Ella chasqueó.

-Tonterías, soy tu marido- argumentó Mukotsu.

-¿La frase 'Hasta que la muerte nos separe' significa algo para tí?- Preguntó Kagome con molestia.

-¡No para mí! Soy dos veces muerto- explicó Mukotsu con una alegría no disimulada.

Kagome se sentó en el inodoro.
-¿Qué significa?- ella suspiró.

-¡Me mataron dos veces en la misma encarnación! Muy raro, te lo aseguro. Mi alma tardará el doble en encontrar la paz. Tardará el doble en reencarnarse nuevamente. Y mi presencia espiritual es dos veces más fuerte que antes. ¡Así que puedo seguirte y no podrás deshacerte de mí tan fácilmente!.

Pequeña HermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora