Pequeña Hermana

Capítulo 22: Manos del suelo del cementerio

Kagome empujó a Jakotsu a través del pozo, de vuelta a la Era Feudal. Ella dijo: -Espero que Toshiro pueda sacar a la policía de allí, para que pueda regresar. ¡No tengo nada de mis cosas conmigo!.

Jakotsu miró hacia el pozo.
-¿Cómo puedo dejarlo atrás? ¿Qué pasa si nunca lo vuelvo a ver? ¿Qué haremos si no podemos reunirnos?- él agonizó.

-¿Cómo pasaste el pozo la primera vez?- Preguntó Kagome una vez más. -¿Sabes qué? No importa, estoy segura de que lo averiguaré más tarde. Veamos a Bankotsu ahora. Va a necesitar este antídoto para el veneno de Sesshomaru. ¿Hace cuánto tiempo sucedió esto?.

-Hace tres noches, pero solo se enfermó anoche. Suikotsu piensa que los fragmentos lo mantienen con vida por más tiempo, pero incluso esos no serían suficientes con el tiempo. Oh, bien, iré contigo y me aseguraré que Bankotsu está curado. Quizás para entonces, esas personas desagradables que siguieron a mi amado estarán lejos, y puedo ir a buscarlo de nuevo. ¡Oh, Kagome, qué mal momento vives! ¡No es de extrañar que vengas tan a menudo a nuestro tiempo! y mi amado debería dejar ese terrible lugar para siempre y quedarse con nosotros. Nosotros nos encargaremos de ti, como le habíamos jurado a Mukotsu que lo haríamos. ¡Y Toshiro! ¡Él será el Hermanito, porque él es mío!.

Kagome no respondió a Jakotsu por el momento. Tendría que pensar si su época o la Feudal era más malvada. Había visto su cuota de atrocidades y horror desde su llegada. Pero, en su propia época, también hubo algunos problemas reales.

Mientras caminaba hacia la cabaña de Kaede, se dio cuenta de que ninguno de sus amigos había regresado del Maestro Mushin todavía. Y también notó que Ginkotsu tampoco estaba cerca. -Jakotsu, ¿dónde están todos?

-Renkotsu llevó a Ginkotsu al templo de este Maestro Mushin. Sabía que era en vano, porque nunca llegarían a tiempo. Estaba desesperado. Así fue como atravesé el pozo. Desesperación- concluyó infelizmente.

-No creo que sea eso, mhp. Después de todo, Shippo intentó atravesar el pozo una vez, y estaba desesperado por llegar a mí, pero no pudo hacerlo. Y tampoco son los fragmentos, ya que he sido capaz de pasar sin fragmentos en absoluto en mi persona-. Kagome pasó por la puerta y vio a Suikotsu revoloteando sobre Bankotsu, que estaba en tan mal estado como Jakotsu dijo. Parecía casi como si estuviera convulsionando. Kagome jadeó y corrió al lado de Bankotsu.

-Hermanita, ¡has regresado! ¡Es un milagro!- Exclamó Suikotsu.
-¿Por casualidad trajiste algún antídoto de veneno demoníaco? Bankotsu había sido ...

-Jakotsu me lo contó todo. ¡Gracias a Dios que pudo atravesar el pozo para llegar a mí!- Kagome buscó el frasco de píldoras blancas. -Suikotsu, probablemente deberías moler esto y ponerlo en un poco de agua, para que pueda digerirlo rápidamente. Va a tener un sabor bastante amargo, pero tres de ellos deberían funcionar para comenzar.

Suikotsu tomó las pastillas con un movimiento de cabeza, luego se puso a su tarea. Mientras pulverizaba las pastillas, Kagome examinó a Bankotsu. Su pecho estaba desnudo excepto por una venda grande que cruzó su pecho. El veneno de Sesshomaru se filtraba a través de él, por lo que el vendaje estaba manchado de verde y sangre. "Estoy empezando a preguntarme si la aspirina será suficiente ..." pensó Kagome en voz alta. Porque, por supuesto, ese era todo el antídoto demoníaco que realmente era. El chiste era que en su época, que la aspirina era tan abundante que, seguramente algo tan simple como la aspirina no podría ser suficiente para tratar a Bankotsu, cuya herida también podría estar infectada. Seguramente necesitaría algo más fuerte y más exótico. -¡Jakotsu, entra aquí, te necesito!- ella le ordenó.

El larguirucho hermano estaba dentro de la cabaña en un instante. -Kag, ¿va a estar bien?.

-Jakotsu, le he dado a Suikotsu el antídoto, que él le va a dar a Bankotsu. Pero creo que va a necesitar más. ¿Crees que puedes volver a mi época? Necesitamos la ayuda de Toshiro. Recuerda, su padre usa una tienda de droga, quiero decir, un apócaro. Necesito antibiótico. ¿Crées que puedes recordar eso?.