Capítulo 46: Gracias

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Kagome estaba inconsolable. Inuyasha tampoco se estaba rindiendo. -¡No voy a dejar que vayas con Naraku y lo ayudes a conseguir el último fragmento sólo para salvar a ese bastardo asesino!- le gritó. Todos estaban reunidos donde Naraku había agarrado a Bankotsu por primera vez y se había largado.

-Él cree que estoy muerta- sollozó. -¡Naraku lo convertirá en su esclavo y usará sus sentimientos por mí para encadenarlo! ¡No se merece eso, nadie lo merece!

-Kohaku ha sido el sirviente de Naraku durante mucho tiempo. ¿Se lo merecía?-. Inuyasha respondió. -¡Este hijo de puta había matado y matado una y otra vez y se rió mientras lo hacía! ¡Se merece sufrir cualquier castigo que le depare el destino, incluído ser el sirviente de Naraku! ¡No soy el malo aquí, Kagome!

-Inuyasha, hice algunos de los mismos asesinatos que hizo Bankotsu. ¿Por qué no me arrojaste a Naraku para "castigarme" como a Bankotsu?- Suikotsu le preguntó en voz baja.

-¡Nunca! ¡Contigo es diferente!- Inuyasha argumentó. -Recuerdo la primera vez que te conocí. Luchamos. Casi me matas. Podrías haberlo hecho. Lo habrías hecho, si esos niños no te hubieran llamado. ¡Eso detuvo tus garras en seco! Bankotsu, nunca se habría detenido, sin importar quién estuviera protestando. ¡Me habría cortado la cabeza!

-Eso no es del todo cierto. Tuvo la oportunidad de matarte, pero te perdonó, ¿recuerdas?- Contraatacó Suikotsu.

-¡Es verdad!- Gritó Kagome, recordando cuando Inuyasha había sido purificado y sometido por el Shichinintai fácilmente.
-Incluso encendió su bengala para que los demás pudieran encontrarte- le recordó.

Inuyasha volvió sus ojos ambarinos hacia Kagome, como si considerara lo que estaba diciendo. "Maldita sea Kagome, ¿por qué no puedes ver a este tipo por lo que es?" -Bien. Tengo una idea. Kagome, tú y Toshiro deben venir conmigo, ¡de vuelta a tu época! Una vez que sepa que estás completamente fuera del alcance de Naraku, intentaré ayudar a Bankotsu-. "Le prometeré cualquier cosa solo para que coopere ... Con Kagome a salvo con su familia, puedo concentrarme en acabar con Naraku."

-¿Lo harás? ¡Oh, Inuyasha! ¡Gracias!- Kagome lloró, luego se arrojó a los brazos de Inuyasha.

Se aplaudió por no sonreír cuando la abrazó. Luego miró a sus profundos ojos marrones.
-Tú y Toshiro deben prepararse para irse de inmediato. Tengo el mal presentimiento de que Naraku regresará pronto para encontrarte.

Kagome se acercó a Sango, Kirara, Miroku y Shippo. Sango abrazó a Kagome con lágrimas en los ojos. -¡Kagome, estoy tan feliz de que sigas viva! ¡Por favor, mantente a salvo!

-Lo haré. ¡Los amo tanto a todos!- Respondió Kagome.

-¿Incluso a Bankotsu?- Sango susurró.

-Sí- susurró Kagome suavemente en su oído.

-Entonces, ¿realmente no… te lastimó?- Sango quiso confirmar.

Kagome suspiró. -Si todos tienen que saberlo, sigo siendo virgen, ¿de acuerdo?- dijo en voz baja para que Shippo no la oyera.

-¿Lo eres? ¿Por qué? Kagome, eso es terrible… ¡ay!- Miroku gritó cuando de alguna manera, el Hiraikotsu logró aterrizar justo en su cabeza.

-Sí, eso es horrible- refunfuñó Sango. Kagome no pudo evitarlo, se rió, luego se dio la vuelta. Ella jadeó ante Ginkotsu.

Señaló a Miroku con un dedo. -¡Si eres desagradable con mi hermanita, hoshin-sama, felizmente romperé cada uno de esos dedos tuyos!

-¡Oh, Ginkotsu! Está bien. He conocido a pervertidos mucho peores que él- lo tranquilizó Kagome, luego abrió sus brazos para abrazarlo. Ginkotsu tuvo que agacharse para alcanzarla, y sus pies perdieron contacto con la tierra en sus brazos.

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⏰ Última actualización: Feb 16, 2022 ⏰

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