Cuando estas con la persona correcta el tiempo no se siente, lo sabía con Dylan y ahora lo vuelvo a comprobar con Miles.
Lo peor es que el momento de decir adiós es igual de triste que antes.
—Gracias por traerme.—Le digo al llegar al departamento.
Ambos nos miramos, él me sonríe y yo estoy sonrojada, recuerdo que llevo su saco y me lo quito.
—Gracias.
Nuestras manos se rozan cuando toma el saco y me cuesta trabajo apartar mi mano, pero él lo hace.
Me da una larga mirada examinándome de pies a cabeza.
—Creo que debes entrar antes de que te resfríes.
—Sí, lo sé.
Muy tontamente levanto la mano y me despido así, voy camino hacia el departamento dándole la espalda y repitiéndome que soy una estúpida, escucho como quita el seguro de su coche con la llave y mis pies se detienen.
—¡Miles!.—Grito su nombre y me giro.
Él se vuelve hacia mí, entonces voy hacia él y yo misma le planto un beso en los labios, nuestras bocas se encuentras una vez más como todas las veces de esta noche y el beso es igual de maravilloso.
Miles jadea sobre mis labios, esta aturdido.
Y lentamente sus ojos suben a los míos.
—¿Ya quieres marcharte?
Con las manos sobre su pecho, respondo.—No.
Él sonríe y es suficiente para que la noche acabe.
(*)

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Latidos del Corazón
ChickLit"Tendrás dos hombres en tu vida: uno sera el amor de tu vida y el otro tu alma gemela" No le había tomado tanta importancia a esa frase hasta que el destino se encargo de ponerme en medio. Después de sufrir un accidente , el novio de Jules queda...