—Te extrañamos, Jules.—Me dice la pequeña Ashley.—¿Cuando vendrás a leernos cuentos otra vez?
Paso la mirada de ella a su hermano Johan y luego a su madre, la señora Hamilton y sus hijos se fueron del hospital buscando más opciones y después de visitar tantos especialistas, finalmente han regresado.
—No molestes a Jules, Ash, debe estar muy ocupada, además nada de cuentos para ninguno, acabamos de regresar.—Le dice y Ash hace un puchero, la señora Hamilton se vuelve hacia mi.—Oí que Dylan salió del coma, felicidades.
Dylan...
—¿Cómo está el?
—Está bien, esa muy bien.—Respondo.—Dejo el hospital hace ya varias semanas y...
Me detengo por un momento.
—Nosotros ya no estamos juntos.
Los niños no han escuchado por estar jugando con el móvil de su madre y es mejor así, en especial para Ash, quien quería que Dylan despertara para tener nuestro final feliz.
—Lo siento tanto, Jules, no tenía idea.—Se disculpa la Señora Hamilton.
—Tranquila, estoy bien..—Me muerdo el labio.—Tengo que ir a despedirme de una amiga.
—Si.. claro.
Salgo de la habitación y me quedo de pie en los pasillos, tomo una respiración costosa y cuando me siento lista, me marcho.
(*)
—No puedo creer que diga esto, pero voy a extrañarte.—Dice Jess después de rodearle con un abrazo a Bailee.
Ambas se apartan.
—Tal vez regrese pronto.
Jessica le señala con el dedo.—¡Hey! Ni siquiera se te ocurra.
Bailee sonríe.
—¿Prometes alimentarte bien?
—No tengo porque prometerte nada, Jules.—Me responde seria y luego dibuja una sonrisa de lado en su rostro.—Lo haré.
Sonrio.
—Cuídate, niña caprichosa.
—Y tú, entrometida.
Le doy un fuerte abrazo, golpean la puerta.
Son los padres de Bailee.
—Bailee, cariño, tenemos que irnos.—Su mamá luce emocionada de que su hija finalmente pueda volver a casa.
Si bien no está al 100% recuperada, lo está como para que los doctores la permitan volver, Bailee ha comenzado a alimentarse bien y aunque aún falta un poco para que llegue al peso indicado, ella no deja de poner de sí misma para lograrlo.
—¿Lista para irnos?.—Le pregunta su padre.
Y luego de darnos una mirada a mí y Jessica.
Con una sonrisa, responde.—Si.
(*)
—¿Esperaste mucho?.—Me pregunta Miles cuando finalmente se desocupa y me alcanza mientras yo lo esperaba afuera de los pasillos.
—Lo necesario.
Me toma la mano y caminamos hacia la salida, sin importarle la mirada de todos sobre nosotros.
Me sonrojo y mientras algunas residentes me observan con envidia, Jessica me da ánimos mostrándome los dos pulgares.
Ruedo los ojos.
Incluso Araceli, la hermana de Miles, nos da una sonrisa de aceptación.
Salimos del hospital y nos detenemos frente a su coche, antes que me haga entrar, me vuelvo hacia él.
—¿Por qué lo hiciste?.—Pregunto sonrojada.
—Para que se acostumbren.—Responde Miles.—Y dejar en claro que no estoy soltero, que fui atrapado por Jules Hall.
Dibujo una sonrisa en mi rostro, le cojo de la camisa y me presiono contra el para plantarle un beso en los labios.
—Eso me agrada.
El sonríe y suelta un suspiro.
—Además dejara de ser una sorpresa pronto ¿No?.—Me pregunta.—Porque serás mi esposa.
—Sí, lo seré.—Respondo sin ninguna duda.
ESTÁS LEYENDO
Latidos del Corazón
ChickLit"Tendrás dos hombres en tu vida: uno sera el amor de tu vida y el otro tu alma gemela" No le había tomado tanta importancia a esa frase hasta que el destino se encargo de ponerme en medio. Después de sufrir un accidente , el novio de Jules queda...