Latidos del Corazón

#36. Renuncia

—Ya quiero salir de este hospital.—Se queja Dylan.—Necesito comer comida de verdad.

Ya es un día desde que Dylan desperto y aproveche que se encontraba con visita de algunos chicos que ya lo tenían olvidado y decidieron venir a verlo despierto para yo irme al departamento, darme un baño y cambiarme el vestido.

—Tienen que supervisarte y aún quedan exámenes que tienen que hacerte, Dylan.—Le recuerdo.—Además tienes una dieta.

Dylan resopla.

—¿Qué ocurre?

Me conoce tan bien.

—Nada, solo me alegra que estés de vuelta.

—Jules...

—Fue mi culpa que estés aquí.—Suelto.—Si ese día no hubiera ido...

—Shhh, shhh.—Me silencia.

Estira la mano y me toma del brazo atrayéndome a él.

—Eso no importa y estoy bien.—Menciona con una leve sonrisa.—Ahora estoy bien.

Le sonrio.

—¿Qué hace esta niñita aquí?

Puedo notar como Dylan termina de tensarse y eso no es bueno para él, su madre ingresa a la habitación.

Intento soltarme de Dylan, pero él no me lo permite, entrelaza nuestros dedos.

—Esta muchachita es mi novia, mamá.—Le dice.

—Dylan...

—No puedo creerlo, es por esta chica que estas aquí.—Le suelta.—Dylan, esta niña solo te trae desgracia a tu vida, ni siquiera estuvo cuando despertaste.

El dolor aprieta mi pecho.

—Si no estuvo es porque ustedes se lo impidieron.—Le dice a su madre, ella me observa con fastidio.—No porque ella no quisiera estar conmigo.

—¡Dylan, por dios!

—¡Dylan Rusell!.—Un doctor ingresa a la habitación y nos observa.—¡Por favor está prohibido hacer escándalos en el hospital!

—¿Usted quién es?

—Yo soy el nuevo medico que se encargara de ti.

¿Nuevo medico?

—¿Qué pasó con el anterior?.—Pregunto yo.

El doctor pone los ojos en mí y luego los quita cuando Dylan habla.

—Es cierto ¿Dónde está el otro doc?

(*)