#41. Por ti

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El día que Dylan se fue del hospital yo no puede acompañarlo y cuando llegue ya se habían ido y la casa de sus padres no era exactamente el lugar al que yo podía entrar con facilidad.

No se despidió de mí, ni habíamos hablado después de esa última cita, simplemente me llego una nota al departamento, en el cual tenía escrito que podía seguir usándolo hasta que el plazo de los tres meses que ya había pagado acabara, después de eso el contrato se cancelaba y el departamento estaría denuedo en venta, entonces yo podía decidir si seguir conservándolo o irme.

Mi respuesta era obvia y tampoco podía permanecer tanto tiempo en un lugar el cual tenía todos nuestros recuerdos.

Es por eso que no tenía otra opción, debía conseguir dinero rápido e irme de aquí y también debía elevar mis notas bien empezaran las clases otra vez o perdería la beca.

Estudiar y trabajar, tenía que llevar una línea correcta entre ambas.

—¿Esto es todo?.—Me pregunta el Sr. de la mudanza.

Asiento con la cabeza.

—Eso y los muebles.

—Los muebles se quedarán.

—Los muebles no son míos.

—Solo me pidieron que me llevara las pertenencias personales del Sr. Rusell.—Me dice.—No me llevare los muebles, Señorita.





















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