cybersex ♡ hyunin (vieja versión)

[♡] 11.

Hyunjin había manejado su auto como si detrás de ellos le estuviera siguiendo una horda de muertes vivientes, estaba tan jodidamente caliente y frustrado porque hacían ya tres semanas desde la última vez que había tenido un orgasmo como debía ser, incluso haberse masturbado después de la videollamada con Jeongin y disfrutarlo, no pudo hacerlo completamente, quería hacerlo mientras lo veía gimiendo, verlo follándose con sus dedos. No fue lo mismo, y sabía. Ahora que tenía la oportunidad en sus manos de ver en vivo el lindo rostro de ese chico deformado por el placer que su polla iba a darle, sus oídos se morían por escuchar sus lindos y entrecortados, estaba colocándose duro mientras conducía y eso obviamente lo noto Jeongin viendo su entrepierna.

—Por lo que veo alguien no puede esperar más —ríe risueño colocando su mano en el muslo de Hyunjin, muy cerca de su entrepierna pero sin tocarla, sus dedos juegan y acarician la zona.

—Sígueme tocando y tendré que parar en el primer lugar discreto que vea y voy a follarte en el auto.

—¿En el auto? Que poco sentido del romanticismo tienes, Hwang Hyunjkn —bromea sin dejar de tentar el muslo de Hyunjin quien furioso ante sentirse tremendamente excitado por Jeongin tentando su autocontrol de esa manera acelera más, y para sorpresa de Jeongin es un excelente conductor, de haber sido el ya hubiese chocado sabe dios cuantas veces.

—Llegamos —dice apretando su mandíbula desde hace minutos tratando de aguantar las ganas de saltar encima de Jeongin y tomarlo como suyo en ese jodido momento, entrando en el estacionamiento subterráneo lo estaciona al ver su lugar de siempre y exclusivo y se estaciona, apaga el auto y sale del mismo sin pensarlo mucho, lo rodea y abre la puerta de copiloto extendiendo su mano hasta Jeongin. —Vamos antes de que explote y jodidamente te folle contra el auto.

Jeongin no quiso hablar mientras le daba la mano a Hyunjin y se dejaba arrastrar hasta el departamento o lo que fuese, de Hyunjin. Se veía tan jodidamente caliente, imponente, tan dominante de esa manera desesperada por follarlo que Jeongin sentía su sangre comenzar a hervir atravesando su cuerpo, calentándolo por completo en anticipación.

Al subir al ascensor que parecía ser exclusivo puesto que había usado una llave para poder llamarlo y cerrarse sus puertas, el mayor no espero ni un segundo más antes de lanzarse contra Jeongin y besarlo con ansiedad, con desespero y un hambre bestial, lo tomo por las caderas alzándolo haciendo que enredara sus piernas alrededor de su cuerpo, Hyunjin no estaba para rodeos en ese momento, y Jeongin parecía verlo con la manera animal, primitiva, en la que estaba follando su boca con su lengua.

Eran todos jadeos, besos húmedos y toques desesperados encima de la ropa hasta que el timbre del ascensor sonó y se abrió, Jeongin pudo vagamente ver un departamento en penumbras.

—En otro momento te enseñaría mi hogar, pero ahora vas a conocer mi cama —dijo torpemente sin separar sus labios de los contrarios, parecían estar pegados con adhesivo, se besaban sin separar sus labios, sus lenguas, ni un solo momento.

Hyunjin tomó a Jeongin desde su trasero y lo amasó como venía deseando hacerlo desde que sus ojos cayeron en el por primera vez la tercera vez que lo vio, el segundo día que había llegado a ese instituto. Lo llevo hasta su habitación y le tumbó sobre su cómodo colchón, se quitó el saco tirando de el sin importarle en que lugar cayera y levantó su camiseta hasta quitársela y revelar su cuerpo trabajado y con algunos tatuajes ante Jeongin, quien lamió sus labios excitados de ver aquel cuerpo fuerte.