cybersex ♡ hyunin (vieja versión)

[♡] 12.

Jeongin revolotea sus párpados cuando la molestia de los rayos de sol dando de lleno en su rostro lo despiertan, se estira y bosteza antes de sentarse en la cama de Hyunjin tan rápido que se maldice cuando un dolor no intenso pero molesto en su espalda baja lo hace deformar su rostro con una mueca de dolor. Se estira nuevamente y cuando se siente completamente relajado—sabiendo que más que nada se debía a los tres orgasmos de la noche pasada—coge su móvil en la mesita de noche de Hyunjin y ve la hora, son las nueve con diez de la mañana.

En ese momento de soledad sin la presencia del dueño de aquella habitación se permite analizar el cuarto de Hyunjin, el cual es... muy elegante, cortinas negras, alfombra debajo de únicamente la cama del mismo color y en sí, todo en aquella habitación, era de color negro. Contrario a la habitación de Jeongin la cual contenía una enorme gama de colores pasteles desde sus sábanas, cortinas, muebles y demás ítems aleatorios. A Jeongin le gustaba mucho Hyunjin porque poseía algo tan varonil a su alrededor, un aura completamente viril que hacía su lado dependiente de un hombre ponerse a chillar en deseo de que fuese el su hombre. Y como era Yang Jeongin, iba a hacerlo suyo a base de excelentes mamadas y entregándole su cuerpo.

Jeongin se levantó de la cama después de sentir un poco la somnolencia disiparse. Fue hasta al baño vistiendo la camisa de Hyunjin queriendo lucir provocador y su braga. Encima del lavabo ve un cepillo de dientes nuevo con una nota que decía "para ti", sonriendo abre el pequeño paquete y se lava minuciosamente los dientes, hace gárgaras y escupe, sonriendo al espejo sintiendo su boca fresca y limpia.

Sale de la habitación y explora con su vista el departamento de su mayor viendo que en sí todo es como su habitación, Hyunjin tenía un buen gusto para decorar y no le sorprendía sabiendo quienes habían sido las mujeres que lo habían criado. A una de ellas él mismo la admiraba y la otra era realmente conocida por ser de las mejores bailarinas de Asia.

Sigue su recorrido guiado por un aroma exquisito y ruido que suponía era en la cocina, ahí ve a Hyunjin dándole la espalda mientras cocinaba algo. Jeongin se sienta en una silla donde Hyunjin puede verlo de pies a cabeza y opinando que debía lucir caliente incluso despertando se levanta un poco la camisa, desabrocha unos cuantos botones y se cruza de piernas, de esa manera su ropa interior es visible para los ojos del mayor.

—Jeongin, ¿por qué no me avisaste que habías despertado?

—No lo creí necesario, preferí quedarme viéndote —muerde su labio viendo a Hyunjin, cocinaba sin camiseta, algo no muy inteligente de su parte y unos boxers apretados. —¿Despertaste hace mucho?

—No realmente, hace como media hora, supongo.

—Ya veo —susurra, mierda, había sido follado dos veces en la madrugada y todavía le quedaban muchas ganas, y es que Hyunjin lo tentaba horriblemente, era jodidamente guapo y caliente. —¿Te levantaste a hacer desayuno?

—Sí, ¿por qué?

—Es solo que es bastante extraño encontrar a un chico como tú cocinando.

—¿Lo dices por experiencia?

—Sip —asiente viendo con su mirada fisgona lo que había sobre la mesa y sonríe cuando ve fruta picada, coge un pedazo de manzana y se la lleva a la boca. —Cuando suelo follar con un chico él me dice al despertar si puedo preparar el desayuno para ambos mientras él se ducha, esta es la primera vez que alguien lo hace por mí.

—Yo no soy como el resto de inútiles que rondan por ahí —se encoge de hombros. —Mis madres siempre fueron muy liberales, y me enseñaron que después de... Una larga noche, nosotros debíamos encargarnos de consentir a nuestras chicas, o en este caso... —ve a Jeongin de pies a cabeza, sonriendo de esa manera sucia. —Un chico lindo y caliente.