cybersex ♡ hyunin (vieja versión)

[♡] 33.

Cuando las madres de Hyunjin se marcharon, Jeongin tomó asiento en el sofá abrazando un cojín, el mayor estaba preparando la tina para darse una ducha, mientras tanto pensaba en todo lo que le había sucedido desde que él llegó a su vida y le resultó divertido, su vida era de por sí interesante y se hizo aún más con él entrando a su vida.

Nunca se sintió aburrido de su vida, le encantaba, tenía padres maravillosos, lujos, fiestas de vez en cuando, follaba cuando deseaba... se divertía tanto como quisiera, como un adolescente debe hacerlo, pero ahora, siendo honesto consigo mismo podía admitir que le fascinaba más el tinte de interés que Hyunjin le dio a su vida cuando le conoció.

¿Quién pensaría en ese punto que Yang Jeongin no conseguía lo que quería?

—¿Qué tanto piensas?

Jeongin borró su sonrisa divertida al ser sacado de sus pensamientos por el protagonista de los mismos.

—En nada importante, hyung —responde.

—La tina está lista —le dice caminando hasta él. —Ven acá.

—¡Oye, puedo caminar! —ríe en voz alta cuando Hyunjin lo toma entre sus brazos en estilo nupcial llevándolos hasta el baño.

—Quiero ser romántico, como en esas películas donde los chicos llevan a sus chicas de esta manera.

Sin objetar se deja cargar, desvestir y sin tener ganas de refutar, meterse dentro de la tina.

—¿Está bien la temperatura del agua?

Jeongin evitó ver a Hyunjin mientras este se desvestia pues sabía que de solo ver su tonificado pecho se calentaría.

"Nada de penetración durante dos semanas, Jeongin, Hyunjin."

Eso era lo que el doctor le había dicho en la mañana de ese mismo día cuando se estaba preparando para marcharse.

Hyunjin sin evitarlo mostró su molestia, ganándose una pequeña risita del menor.

—¿Evitando verme? —Hyunjin se divirtió con el sonrojo del menor.

—No es justo que no podamos follar por dos semanas —se queja en un susurro jugando con el agua de la tina.

—Estoy completamente de acuerdo contigo —Hyunjin sentía que podía volverse loco con la idea de no follar a Jeongin en dos semanas, pero debía ser paciente.

Metiéndose en la tina, detrás de Jeongin, lo atrae en un fuerte abrazo y sin querer, frotando su dormido miembro contra las nalgas del menor quien dio un discreto respingo. Era demasiada jodida presión para él.

—Vamos a ser pacientes, ¿de acuerdo?

—Debemos serlo —el menor suspira.

—Son solo dos semanas, podemos con ello, hemos podido estos días, sea por la distancia que tomaste de mi, no viniste a mi rogando por follarme, y lo que menos pensabas era en follar conmigo, ¿no es así?

—Si, Hyunjin, era así —cierra sus ojos cuando el mencionado besa su cuello, sus manos acariciando lentamente su abdomen, tentadoramente cerca de su entrepierna.

—Puedo darte placer incluso sin follarte, puedo volverte loco sin meter algo dentro de tu precioso culo, no tenemos que privarnos el uno al otro de los placeres que solo podemos conseguir entre nosotros.

Jeongin cerró lentamente sus ojos dejándose llevar por aquellas suaves y delicadas caricias sobre su piel, que erizaban cada parte de su piel sin despreciar alguna parte de ella, aquellos dedos que le tocaban con letargo, como queriendo grabar su piel en las yemas de sus dedos, lejos de hacerle sentir mal hacían a su alma sentirse en paz.