cybersex ♡ hyunin (vieja versión)

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Llegaron a la casa de campo de las madres de Hyunjin cerca de las 7 de ma tarde cuando el sol todavía brillaba cerca del horizonte avisando que muy pronto sería la puesta de sol.

Al bajarse, el menor exclamó con sorpresa al ver la preciosidad de la casa, no era realmente grande, era perfecta para una familia de tres personas, pero la grandeza y la belleza no iban necesariamente de la mano.

—¡No puedo creer que por fin estemos solos! —chilla Jeongin abrazando a Hyunjin por el cuello dando pequeños saltos mientras le picoteaba los labios. —¿Podremos estar en cama todos estos días sin hacer nada más que comer? ¡Me estaba matando el no poder subir ni un gramo para verme bien para mi presentación que solo deseo poder embutirme mil hamburguesas!

—Ni que lo digas —Hyunjin ríe caminando con Jeongin enrollando sus piernas en su cadera hasta la puerta de entrada maniobrando bien su peso y maleta. —No he comido una buena comida chatarra desde hace una semana y siento que lo necesito.

—¿Me hiciste caso y no te exigiste más de lo que podías hacer, Hyunjin? —preguntó tanteando los brazos del mayor.

—Lo hice, Jeongin, cumplí con mi palabra.

—No debes hacerlo, Jinnie, podrías enfermarte, ¿has comido bien?

—¿Eres mi mamá o mi novio?

—¿Ahora soy tu novio?

—Pensé que lo éramos.

—Nunca me preguntaste si quería serlo.

—Pero asumí que lo éramos.

—¡Asumir no es lo mismo que pedirlo, Hwang Hyunjin!

—Como sea, lo somos.

—¿O sea que no vas a preguntármelo? —puchereo.

—¿Quieres ser mi novio?

—¡Pero debes hacerlo de manera romántica!

—Cariño mío, ¿podrías hacerme el chico más feliz del mundo aceptando ser mi novio? —rodó sus ojos sosteniendo el trasero de Jeongin con una sola mano mientras sacaba las llaves de la casa de su bolsillo trasero para abrir la puerta.

—No sirve si lo haces con sarcasmo, tonto, ¿todos los hombres tienen esa falta de romanticismo?

—También eres un chico, Jeongin.

Hyunjin entró cargando a Jeongin, cerró la puerta con su pie y camino hasta soltar al menor sobre el sofá de la sala de estar.

—Pero yo si soy romántico.

—¿Desde cuándo? —Hyunjin le dio una mirada extrañada.

—¡Oye, deja de atacarme! —ríe golpeando al mayor en el brazo.

—No te estoy atacando, es una simple pregunta.

—Por lo menos yo te he puesto un apodo lindo.

—¿Ahora quieres un apodo? Te he dado todo lo que puedo, y un apodo cariñoso no está dentro de mis capacidades.

—Olvidaba que el gran Hwang Hyunjin tenía una reputación que defender.

—Ahora lo has recordado, pero si te hace sentir más feliz, puedo decirte Innie.

—¡Me gusta!

—Solo cuando estemos solos.

—¡Pero Hyunjin, así no se vale!