Capítulo XLIX. Recuerdos y Temores

130 20 0
                                    

El día pasó en un suspiro, al menos así lo sintió Gina, que en esos momentos entraba por la puerta de su habitación del dormitorio femenino. Ahora el dormitorio era solamente suyo. Seguramente un arreglo que el directo Víctor quiso hacerle para darle un poco de intimidad.

Eso poco le importaba, ahora solo pensaba en que ojalá todo lo malo que ha ocurrido hasta la fecha desapareciera y volviera todo más o menos a la normalidad, empezando por lo que estaba haciendo Sarah. Que ella estuviera junto a James era un grandísimo error, y más recordando lo que él le dijo la última vez que le vio en su propia casa. Aún tenía escalofríos con solo recordarlo.

Tras separarse de Ángela en la entrada del centro, Gina se había pasado todo el día vagando por los terrenos de la academia, sin un rumbo fijo; solo paseando cabizbaja y decaída, comiendo solo cuando se veía capaz de comer algo. La sorpresa de ver a Sarah junto a James la había afectado.

Cansada se dejó caer en la primera cama que tuvo cerca, que era la que ocupó Sarah. Rendida se echó de lado en la cama posando la cabeza en la almohada. Entonces oyó un ruido debajo de ella, de un papel o algo parecido. Curiosa metió la mano y encontró algo; una fotografía.

Al mirarla vio que era una de las dos juntas. No una fotografía cualquiera, era del día en que llegaron a la Academia Carmesí por primera vez hace ya tres años.

―¡Venga, Gina! ¡Vamos a inmortalizar este momento histórico! ―le animó Sarah con su cámara digital en mano.

―¿Momento histórico? ―preguntó Gina con humor―. ¿Tan poco confiabas en entrar aquí?

―¡Claro que no! ―dijo rodeando sus amiga con el brazo―. Tú en cambio...

―¡Oye, que soy la cerebrito aquí!

Ambas se echaron a reír mientras se hacían una y mil fotos. Esa fue la única que salió perfecta. Ambas tenían una copia cada una, esa era la de Sarah. No sabía si se había olvidado cogerla o... Ese pensamiento hizo que las lágrimas fluyeran por sus ojos y se levantara de la cama con foto en mano.

Se acercó a la ventana de su habitación y cuando alzó la cabeza vio la entrada del centro desde allí; también vio el túnel que daba acceso a los terrenos. Al mirarlo, también recordó una charla que tuvo con Ángela sobre ese misterioso túnel que le llamó la atención.

―Ese túnel... ―murmuró ella mientras lo miraba desde uno de los jardines.

―Lo has notado, ¿no es así? ―le dijo Ángela, quien estaba con ella tomando el desayuno juntas. Gina la miró ceñuda―. Ese túnel es la única salida de este lugar, y solos unos pocos tienen acceso para entrar y salir por ellos.

―¿Qué quieres decir?

―Este lugar es un centro creado por los vampiros más antiguos y poderosos del mundo; mis propios padres lo construyeron con el objetivo de conseguir una coexistencia pacífica entre vampiros y humanos ―explicó Ángela. Gina la escuchaba atenta y con sumo interés―. A mi padre se le ocurrió la idea de permitir el ingreso a los estudiantes humanos más brillantes y atractivos del mundo, y con ellos, algunos vampiros con el mismo perfil y también con la mente abierta a la convivencia con humanos.

―Vaya ―exclamó Gina sorprendida―. ¿Cuánto tiempo hace de eso?

―Bastante. Pero la academia lleva existiendo oficialmente menos de diez años ―respondió ella―. También está el detalle de que nadie fuera de aquí puede encontrar este lugar.

―¿Cómo es eso?

―Por la barrera que lo cubre.

―¿Una barrera? ―Gina miró alrededor, no vio nada parecido.

Academía Carmesí (Carmesí I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora