34《EL CASTIGO》

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《Narrador omnisciente》

-Tienes explicaciones que dar jovencita- dijo Slughorn a Pansy en un salón vacio y sucio.

-¡Ella también me atacó!- dijo Pansy.

-¿Quien?-

-Gia Lacey-

-Creo que deberíamos hablarlo entre los tres- dijo el profesor moviendose de su escritorio para llamar a la otra alumna.

-¡No no no por favor no!- imploró Pansy.

-Si si, asi se hará. Tendrás compañera de castigo- dijo Slughorn yendo a la puerta.

-¿Eso significa que no me expulsará?- dijo ella sonando ahora feliz.

-Eso esta por verse- terminó por decir el profesor saliendo por la puerta.

Pansy resopló y mientras esperaba se apoyó en el escritorio de Horace Slughorn.

Al llegar la compañía ambas casi se liquidan con la mirada.

-Bien, expliquense- dijo el mayor haciendo que ambas empezaran a hablar al mismo tiempo sin que se entendiera nada.

-Ya ya, tu primero- señaló a Lacey.

Lacey contó su versión de la historia la cual Parkinson contradijo y luego ella contó su versión. Mas asemejada a la realidad pero omitiendo la parte en la que casi la deja sin respiración.

-¿Saben que? Umm limpiaran todo este salón, sin varitas, sin magia.- las chicas miraron su alrededor para ver cuanto trabajo tenían -Yo estaré del otro lado del pasillo. Si escucho ruidos que no sean esas escobas barriendo... les conviene cumplir- dijo el profesor dejando las cosas necesarias para que trabajen.

En cuanto se fue, ambas chicas escogieron un trapo y una escoba para empezar a limpiar. Se ubicaron en lados opuestos del salón par asegurarse de estar lo mas lejos posible la una de la otra. Sin intercambiar ni una sola palabra comenzaron a pasar trapos por los polvorientos pupitres.

El trabajo parecía eterno y cada vez que limpiaban parecia que el polvo volvía a aparecer.

-Este castigo sería mas pasable si tu no estuvieras aqui- se quejó Pansy.

-Al fin coincidimos en algo ya que yo no debería estar castigada, tu si- contestó Lacey.

-Sabes bien que ninguna de las dos es libre de pecado- dijo Parkinson

-Da igual. Yo no quiero estar aqui-

-¿Y crees que yo si?-

Lacey de la nada soltó su trapo viejo y se sentó sobre una mesa sacudiendo el polvo en ella. Cruzó sus piernas cual dama y empezó a mirarse las uñas. Dejando a Pansy confundida.

-¿Que haces?- preguntó la azabache.

-Para que trabajar si tu lo estas haciendo- dijo la peliroja con normalidad.

-¿Disculpa?-

-Te quieres ir ¿no es asi? Entonces supongo que trabajarás por ambas y asi saldremos mas temprano- contestó Gia.

Pansy rió sin gracia y tomó su propio trapo y se lo lanzó a Gia Lacey en el rostro, provocando que esta haga una cara de asco y tosa por el polvo.

-¿Que te sucede?- preguntó ella molesta.

-No me quedaré aquí a ser tu esclava- acotó Pansy para luego sentarse de igual manera que Lacey sobre la mesa más cercana.

-Que te pasa tienes que limpiar. De otro modo no saldremos jamás de aqui- se quejó Lacey pero Parkinson no contestó en señal de que no piensa moverse.

《Maia Riddle: Reencontrando el amor》 Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora