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En una pequeña esquina del patio, tras un arbusto dos cuerpos tirados sobre el amarillo pasto se besaban salvajemente.

-Fargan, alguien nos puede ver.

-No te eches pa' atrás ahora.-Gruñó mientras le besaba el cuello al peliblanco.- Además, tú me anduviste provocando todo el día.

-¿Y qué tan lejos planeas llegar?-Preguntó sonrrojado, odiaba decir cosar tan vergonzosas.

-Hasta dónde tú quieras.

-Yo, no lo sé...

-Es que.-Acercó juguetonamente su lengua hacia la oreja del contrario.- Si me dejas el control a mi, no dudaré en hacerte mío.-Y lamió suavemente.

Willy cerró los ojos con fuerza mordiéndose el labio.-Entonces hazlo.

-Ah...-Su voz sonaba más grave de lo usual.-Ya no aguanto.

Y volvieron a unir sus labios.

No muy lejos de ahí, un adulto de lentes miraba el horizonte mientras fumaba de su cigarro.

-¿Sabes que fumar mata?-Escuchó una voz bastante particular, haciéndolo girar en seguida.

-Por eso, a ver si me muero de una vez.

Los dos rieron.

-No diga eso, hombre.

-Perdón, perdón.-Sonrió nervioso.-No debería hacer ese tipo de bromas con mis alumnos.

-Fumar dentro del recinto está prohibido.-Afirmó Lolito cruzándose de brazos.

-¿Quién lo dice?

-¿El reglamento del colegio?

-Ah...-Respondió perplejo.- Si no le dices a nadie, te doy un poco.

-¿En serio?

-Hombre, no.-Respondió divertido.- No quiero perder el trabajo.

-Mhm... Señor Mangel~.

Él bufó.-¿Por qué eres así?

-¿Eh?

-Haces lo que te da la gana, en clases no me tienes respeto tú.-Lo apuntó acusadoramente.- Me silbas como si fuera una... Una... Una puta.

-¿Qué, te pone nervioso?

-Un poco, si.

Lolito intentó reprimir todos los deseos que tenía sobre ese hombre, lo encontraba tan vulnerable, deseable...

Lo queria solo para él.

-P-perdón.-Bajó la mirada fingiendo tristeza.- Es que yo lo quería conocer a usted, pero creo que no lo hice de la forma adecuada.

-Pues ya te digo que no.

-Señor Mangel...-Hizo la cara más adorable que pudo.- Sabe que mi papá es el director, y él no está del todo contento con mis calificaciones, ¿No le molestaría tener clases conmigo, a solas?

Mangel guardó silencio.

-¿No...? Soy un idiota. La cagué.-Lamentó el jóven.-

-No, claro que no.

-Mi papá es muy estricto, señor Mangel. Y no quiero decepcionarlo más.

-Vale, vale.-Lo interrumpió estresado. Te daré un par de clases, por lo del cigarro.

-¡Gracias!-Sonrió.- ¿Mañana después de clases.

-Mañana después de clases.

[karmaland] Una escuela, varios problemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora