[karmaland] Una escuela, varios problema

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"Sala de química"

Auron buscó en los carteles de todas las aulas.

Luzu le pidió encontrarse con él después de clases.

Se sonrrojó.

Ojalá que...

No, ¡No!

Lolito lo mataría.

Espera, ¿Lolito? ¿Y quién es él para decidir con quién folla y con quién no?

Eso no significa que quiera...

Que Luzu le pida ser novios.

Sonrió con tan solo ese pensamiento.

-Ah, soy tan ridículo.-Dijo para sí mismo.

Y finalmente llegó a aquella sala tan esperada. Sintió un poco de nervios, no iba a mentir. Quizás qué conversación le esperaría ahí dentro.

Probablemente una vergonzosa.

Pero algo no le cuadró.
Sintió un ruido extraño, que estaba 100% de quien fuera que esté ahí, no es Luzu. ¿Entonces?

Abrió levemente la puerta, donde solo pudo asomar un ojo para espiar.
Y esa imagen no la olvidaría.

Lolito, sentado sobre una silla de escritorio sin polera, con Mangel-si, el profesor- completamente desnudo encima. Con una cara de placer chaval... Digna de película, ahí, junto al cuello de su mejor amigo.

A ver, Auron no es de piedra, obvio que sintió un cosquilleo en el corazón y más abajo.

Pero joder, que era Lolito también. Así que solo cerró y siguió su camino.

Pero primero...

"Cierra la puerta con llave, cerdo"

Escribió, no le gustaría que alguien más los pillase.

Y luego...

"Entré a la sala de química, y no estás."

"???"

¡ring!

Luzu😲
"No con el profesor Mangel, la del piso de abajo."

Menos mal, por un  momento había pensado algo completamente distinto.

Después de unos 5 minutos caminando en una dirección completamente opuesta, al fin llegó.

Frente a la puerta correcta.
Su corazón se le saldría del pecho en cualquier momento.

No tenía el valor de entrar... Bueno, si. Tampoco iba a llevarse una mala noticia. ¡Luzu es Luzu! No haría nada que lo dañe, ¿O si...?

"Todo esto fue un error, lo siento".

No haría eso... Él mismo lo dijo, le gustaba.

¿Por qué tiene tanto miedo al rechazo cuando se trata de él? Joder Auron, a ti nunca te ha importado lo que digan, entra y que pase lo que tenga que pasar.

Abrió la puerta.

Ahí estaba.
Sentado, mirando a la pared, esperandolo.

Luzu se giró, e hizo contacto con el recién llegado.
Un contacto que derrumbó todo el orgullo que Auron había construido hace unos segundos.

Ahora solo se sentía como una pequeña flor delicada.

-Hey, Auron.

-Luzu.-Sonrió.