23 (II)

342 37 0
                                    

-¿Mangel?

-Hola alumno.-Sonrió.- Casualidades de la vida que me encuentro a tu hermanita caminando por ahí.

-Mi niña...-Corrió a abrazarla. Se sentía tan cálido.

-Lolito, ¿Dormiste bien? Te veías tan mono y no te quise despertar.- Hizo un puchero.

Sonrió. No durmió del todo bien pero eso era lo menos importante.-No te vuelvas a ir, ¿De acuerdo?-Y volvió a abrazarla.

A Mangel le impresionó un poco aquella escena. Quién diría que el impulsivo, grosero e híperactivo de Lolito tuviera su lado tierno.

-Niños, se hace de noche. ¿Os llevo a casa?

...

-El helado no era necesario, eh...-Lolito miraba por la ventana mientras lamía de ese rico postre helado.

-Piña. Es tu favorito, ¿No?

No pudo evitar sonrrojarse. Asintió.

Después de unos 10 minutos de viaje, conversaciones tranquilas y una noche silenciosa, al fin llegaron.

Lolito miró preocupado el oscuro patio que adornaba su casa. No quería que se acabase este momento.

-Lolito, ¿Estás preocupado?-Preguntó inocentemente la niña.

-¿Eh?

-Si ocurre algo, te pasas por mi habitación y te leo un cuento, ¿Vale?-Abrazó al mayor por detrás, con el asiento interponiéndose entre ellos.

A Mangel le extrañó aquel comentario, pero no quería pensar nada raro.

-Gracias profesor, por llevarnos.-El de pecas sonrió tristemente.

-He revisado tus notas en química, y han subido considerablemente. Veo que las clases personalizadas han servido.-Intentó consolarlo.- Felicitaciones.-Y tiernamente acarició la mejilla del pelirrojo.

Por dentro, se sintió muy feliz, pero ya era muy tarde.- Gracias profesor. Nos vemos.

Y los hermanos salieron del auto.

[karmaland] Una escuela, varios problemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora