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Han pasado unas cuantas semanas desde que Rubius salió del colegio. Y ahora su vida se basaba en 3 simples cosas: Estudiar como loco, limpiar como loco y visitar la casa de Nieves varias veces por semana.

Se sentía un poco miserable. No ha cumplido del todo su promesa con Vegetta. Claro, lo llama de vez en cuando. Pero no se han visto desde que le contó la noticia.

-Ahora es exactamente la misma carga académica de antes, solo que tengo que aprender completamente solo. Es un lío, tío. Tengo que dedicarle muchas horas.-Rubius hablaba por teléfono con su amado.

*De verdad extraño que estés por aquí. Luzu apenas me hace caso desde que es novio de Auron.

-Ole, bien por él.

* Y mal por mi.

-Aún así, me he sentido bastante en paz. Al fin la ansiedad me ha bajado. Claro, tengo que soportar a mi madre todavía pero algo es algo.

*Vale, después me cuentas. Ha sonado la campana, nos vemos.

-Venga--.-Vegetta cortó.- ...Chao.

Rubius suspiró y volvió a la silla donde se encontraba con Nieves.

-¿Pasó algo? -Pregunto preocupadamente.

-No, nada. Un amigo de mi ex colegio.

Nieves sonrió.-Ven.-Lo agarró de la mano y entraron.

Rubius estaba sentado en la cama, mirando al suelo.

Vegetta ahora mismo solo era una carga.
Un problema que rondaba por su mente, y no lo dejaba en paz. ¿Qué pasaría si rompe con él? Podría vivir su vida. Estudiar, tener una relación normal con Nieves...

Ella en algún momento va a sospechar. ¿Y él qué mierdas haría en ese momento? Es muy maja y todo pero...

No es Vegetta.

Rubius se agarró del cabello.

"¡Deja de pensar en él, joder!". Gritó en su mente.

-Rubén.-Sonrió Nieves trayendo 2 vasos de café helado.- Te noto un poco distraído ultimamente. ¿Pasa algo?

"No quiero estar aquí.
Pero siento que es lo correcto."

-No. Tranquila...-La miró. No sabía en qué momento se hayaba sentada a su lado. Los dos demasiado cerca.

Es cierto, llevaban un tiempo hablando y están comprometidos, pero no se han dado ni un beso. A veces la chica da indicios de que quiere comenzar a tomárselo enserio.

Pero Rubius simplemente no tiene ganas.

Y hablando de, nuevamente sintió esa tensión.
Ella cerró los ojos y comenzó a acercarse cada vez más.

Ojala pudiera besarla y enamorarse enseguida.
Borrar a Vegetta, y dejarse llevar con Nieves, no hay nada de malo en eso...

-A veces me da miedo que nos distanciemos, que todo se vaya a la mierda.

Rubius la apartó.

-¿Rubén...?

Sintió una gran presión en el pecho. Sin decir nada agarró sus cosas.-Lo siento. Nos vemos mañana.

Salió corriendo de aquella propiedad. Y siguió haciéndolo durante unas cuantas cuadras más.

-Tú siempre me ayudas con mis cosas, yo también quiero ayudarte a ti.

Cuando el aliento ya no daba, se detuvo a caminar. Miró al cielo. No se había dado cuenta que ya anocheció.

Recordó la apariencia de su novio, todos los detalles que lo caracterizaban y lo hacían una persona tan peculiar.

Sonrió, y sin saber por qué sintió ganas de llorar.

"Lo siento Vegetta. Nunca más desearé alejarme de ti."

[karmaland] Una escuela, varios problemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora