77

192 15 0
                                    

-¿Estás listo?-Preguntó Mangel, abrazandolo.

-Si.-Sonrió.- Nunca había estado tan seguro sobre algo. Gracias por todo, mi niña.

-Gracias a ti, por aceptar irte conmigo.

En plan era simple: Aprovechar que el director sale tarde de su trabajo para ir a casa, empacar todo lo importante junto a Aurora. Luego, irse al departamento de Mangel, ya está.

-Busqué trabajo para cambiarme de colegio, me admitirán el próximo año.-Le comentó el de lentes.

Claro, irse de casa también significaría dejar los estudios o al menos en el colegio. Era su último año por lo que podría presentar exámenes en cualquier lugar, no importaba mucho.

-Te espero en el auto.-Dijo Mangel, besándolo y saliendo por la puerta.

Lolito esperó unos cinco minutos, y también se fue.

Caminó lentamente por los pasillos, con una extraña sensación en la garganta, sentía todo a cámara lenta, y los detalles se hacían muy importantes. Era un gran cambio.

-¡Lolito!-Exclamó Auron.

-¿Auron? ¿No que tú habías faltado?

-Llegué más tarde, tampoco quería perder tanta clase. ¿Por qué tienes una cara de haber visto un fantasma?

Derrepente, sintió unos brazos rodearle. Lolito lo estaba abrazando, cosa que hace entre poco y nunca.

-Gracias por todo, Auron. Eres una de las mejores cosas que me han pasado en la vida.

Raúl correspondió algo confundido, luego se separaron un poco, lo suficiente para verse a la cara.-Gracias tío, pero no me vayas a besar eh.

Lolito sonrió, y le chantó un pequeño beso en los labios.
Estallaron en risas y escuchó un "¡Quita bicho!".

El pelirrojo siguió su camino.- Nos vemos luego, mano derecha.

[karmaland] Una escuela, varios problemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora