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-Baja el arma...-Suplicó Lolito.

-¿Te vas a escapar, eh puto niño? ¿Con esta mierda de nota? ¿Crees que las cosas son así de fáciles?-La arrugó y tiró lejos.

-¿Y tú crees que es fácil vivir de esta forma? Papá... Estás demente.-Bajó la mirada con miedo.

El mayor frunció el ceño, e insultado se acercó a Lolito, agarrandolo del cabello y pegando la punta del arma sobre su cabeza.- ¡¡Tú no te vas a ir de esta casa!! ¡¿Me oiste?! ¡Hasta que a mi me de la puta gana!

-¡Déjame en paz, psicópata!-Gritó con los ojos cerrados.

Aurora se asomó por la escalera preocupada, bajando en silencio. ¿Qué se supone que debería hacer ahora?

-¡¡Vas a tomar todo este desastre y lo dejas en su lugar!!-Gritó fuera de sí mismo.

En el segundo que desvió el arma de la cabeza del pelirrojo, esta era la oportunidad. Lo más fuerte que pudo, lanzó una patada en la entrepierna del hombro.

Él se quejó desgarradoramente, y Lolito escapó corriendo a la cocina.
El director, al percatarse no dudo ni un segundo en disparar. Falló, por suerte dándole a una pared.

Ese sonido, alertó a Mangel. Y sabía que debía entrar de cualquier forma.

Lolito corrió hacia un cajón en específico; el de servicio. Sacó temblorosamente un cuchillo de carne y al escuchar unos pasos salió por la otra puerta a esconderse.

-¡Manuel! Sal de ahí...-Canturreó de forma casi divertida mientras buscaba por los rincones de la casa.

Lolito, temblaba dentro de un armario, ¿Esto es el fin?

Se acercó a dicho mueble, y antes de hacer cualquier movimiento, tanto hijo como padre escucharon una puerta cerrarse.

El hombre armado corrió donde provenía el portazo, y Lolito inmediatamente palideció.

"Aurora.". Pensó.

Manuel Fernández grande llegó frente a la puerta del baño. Y con una sonrisa apuntó.

-Con esto aprenderás que debes obedecer a tu padre, puto maricón.- Y apretó el gatillo.

Después del fuerte estruendo que rebotó por toda la casa, finalmente se dignó a abrir la puerta.
Un gran charco de sangre inundaba ese pequeño baño, junto al cuerpo ya sin vida perteneciente a una inocente alma.

Algo sorprendido, por un momento no pudo creer que se haya equivocado, y antes de siquiera reaccionar, un enfurecido Lolito se abalanzó contra él. A modo de defensa solo pudo bloquear el cuerpo del jóven con su propia mano, la cual llevaba el arma. Para su desgracia, de un fuerte movimiento su propio hijo le hizo un enorme tajo en la zona de la muñeca, inmovilizando enseguida su extremidad.

Gritó del dolor.

-¡¡Aurora!!-Gritó Lolito desgarradoramente acercándose a la niña.- Aurora, no... Por qué...-Repetía sin parar balanceándose levemente, y abrazandola con fuerza.-Estás muerto... ¡¡Estás jodidamente muerto director!!-Dejó a la chica en el suelo para abalanzarse sobre su propio padre, quien se retorcía sobre el suelo.

No contó con que unas manos lo detuvieran.

-No lo hagas.-Suplicó Mangel, quien tuvo que romper una ventana para entrar.

-¡¡Déjame matar a este hijo de puta!!-Gritó con todas sus fuerzas, removiéndose de los brazos de su amado.

-Cálmate, Lolito.-Le quitó el cuchillo.- Llamemos a la policia, anda.

[karmaland] Una escuela, varios problemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora