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-¡Déjame! ¡Voy a darle una paliza a ese tío!-Exclamó Lolito intentado liberarse de Mangel.

"Mierda... está teniendo un puto ataque de violencia, ¿Qué se supone que hago ahora?"

-Lolito, por favor, mírame.-Hizo caso omiso. Lo puso frente a él para que obedeciera hasta que al fin accedió.- Sh... Tranquilo... ¿Qué fue lo que paso?

-Rubius no te deja en paz, así que iba a golpearlo para que no se le ocurra hablarte.

Mangel lo miró sorprendido.

Tenía demasiadas quejas respecto a lo que le dijo, que no sabía por dónde empezar.

-¿Qué estás diciendo...?-Preguntó sin haberselo tragado por completo.- ¿Enloqueciste o qué? ¿Sabes toda la atención que llamas por esto? ¿Acaso dijiste mi nombre en algún momento?

-No dije tu nombre.-Afirmó.- ¡Solo que lo quiero alejadísimo de ti!

-¡Lolito!-Le gritó. Intentó calmarse.- Si quieres que esto funcione, no puedes dejarte llevar por los celos. ¡Tiene que ser un secreto!

-¡Pero él--!

-¡Nada! ¡Nada, se acabó! No tengo interés por ese chico, recuerda que tengo más alumnos que tú, y esa es la única razón por la que hablamos.

-Pero Mangel, yo te quiero.-Miró al suelo abatido.

-Y yo también te quiero, y por eso debemos cuidarnos, por que no sería capaz de aguantar separarme de ti.

-Señor Miguel Angel.

Los dos se giraron.

-Director Fernández.-Respondió algo nervioso el de ojos grises.

-Gracias por calmar a mi hijo.-Agradeció.- Ya me informaron sobre la situación. Yo me encargo del resto.

La expresión asustada de Lolito se hizo presente enseguida. Miró a Mangel, esperando que se negara.

Eso destrozó al mayor.

"Lo siento Lolito, no puedo hacer nada al respecto".

-De acuerdo, señor.

[karmaland] Una escuela, varios problemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora