Al final, quizás solo soy un estorbo para él.
-Sigues aquí...
Rubius se giró sorprendido. Vegetta le sonrió tiernamente.
-¡Vege! Te despertaste.
-Antes te veías bastante apurado, me sorprende que hayas esperado.
Desvió la mirada.-Es lo menos que puedo hacer. Total, te caíste por mi culpa.
-No digas eso.-Lo interrumpió.- Los accidentes pasan, ya está.
Los dos analizaron un poco los acontecimientos ocurridos.
-Doblas, ¿Te arrepientes de haber estado en este colegio?
Rubius no comprendió el por qué de esa pregunta, pero decidió pensarla. ¿Se arrepentía? Pasó por muchos malos momentos acá, y no solo últimamente, sino durante toda su vida.
Pero no creía que era culpa del lugar, o de la gente. Sino de sus inseguridades.Nunca supo si era muy duro consigo mismo o simplemente no le agradaba a la gente.
Son pensamiento paradójicos que nunca lo dejaron en paz, venían de ninguna parte y se instalaban en el centro de su mente. Así era él. Así es la ansiedad.
-A pesar de todo, creo que no.-Respondió, al fin, no tan convencido.- Si que es verdad que este año ha sido más duro, eh. Pero... Bueno, que he estado aquí toda mi vida.
-Pues si que ha sido más duro.-Afirmó algo cansado.- Tengo la leve sensación de que si te arrepientes.
-No hombre.-Negó.- Además, de no ser por haberme quedado aquí, nunca te hubiera conocido.
-¿No estás cansado de mi?-Preguntó sin fiarse todavía.
-No.-Respondió sin más.- Eres una de las pocas cosas que soporto.
A Vegetta le pareció una respuesta bastante sosa, pero es una de las cosas más tiernas que le ha dicho últimamente.
-Te amo.
Rubius lo miró y sonrió levemente.
Pero no dijo nada más.
ESTÁS LEYENDO
[karmaland] Una escuela, varios problema
Hayran KurguQue difícil es la vida escolar, especialmente en tus últimos años. Adolescentes se enfrentan a lo que es la vida real, problemas que les quitará hasta la última gota de cordura, entre ellos y hasta consigo mismos. ¿Quién dijo que esta era la época m...