-Puto cerdo de mierda, te odio...-Lloriqueaba un pelirrojo bajo un árbol, abrazándose a sí mismo.
Desde que tenía memoria, su padre abusaba de él.
Y el único que sabía-no con lujo de detalles- era Auron, quien se encargaba de consolarlo cuando se encontraba mal.
Como ahora...
Pudo divisarlo salir de la puerta principal, y corrió como nunca en su dirección, unos 400 metros.
-¡Auron!-Jadeó algo cansado.
-¿Mhm?-Preguntó sin despegarse del celular.
-¿Qué haces?-Intentó ver con quién se escribía, aunque la respuesta era obvia. La verdad es que no quería que fuese eso.
-Voy a irme... ¿Vale?
-¿A dónde?
-Ah, bueno. A una cafetería, con Fargan...-Lolito alzó una ceja. Y de un manotazo le quitó el teléfono.- ¡Joputa!
-¿Por qué me mientes?-Preguntó rápidamente sin darle el teléfono.- Ibas a salir con Luzu.
-¡Dame mi teléfono!
Sorprendentemente el contrario accedió.
-Escucha, no puedes juntarte con Luzu.
-¿Qué dices?-Auron no se tomó bien aquellas palabras.
-Necesito hablar contigo.-Afirmó seguro.- Es urgente.
-Que sea otro día, tío.- Ando ocupado.
-¡No puedo esperar!-Gritó dolido.- Auron, es sobre--...
Y una arcada recorrió toda su garganta impidiendo terminar la oración.
No podía decirlo es voz alta.
Era demasiado humillante.
-Ya hablamos de esto. No intentes separarme de todo el mundo, joder.
-¿Puedes dejar a tu puto novio por un momento y escuchar a tu verdadero amigo? ¿Enserio vas a dejarme por ese? ¿Al que conociste hace unas semanas?
Auron odiaba dos cosas: Que la gente hablara sin saber, y que lo tratasen de desleal.
-¿Sabes qué? Me tienes harto.-Soltó sin más.
-¿Eh?
-Diciéndome con quién estar, que no puedo andar por ahí, ni por allá... ¡Como si fuera tu puto esclavo! Déjame vivir mi vida a mi también, tío. Es que para ya.
-Yo solo quiero que no te vayas de mi lado.-Expresó con la voz entre cortada.
-Enhorabuena, pues has logrado lo contrario.- Y se largó de ahí.
Dejando a un pequeño Lolito con el corazón roto.
ESTÁS LEYENDO
[karmaland] Una escuela, varios problema
FanfictionQue difícil es la vida escolar, especialmente en tus últimos años. Adolescentes se enfrentan a lo que es la vida real, problemas que les quitará hasta la última gota de cordura, entre ellos y hasta consigo mismos. ¿Quién dijo que esta era la época m...