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-Vale, leyes de los gases...-Dictó Willy abriendo su laptop.

Vegetta solo suspiró algo cansado.

Esto si estaba siendo incómodo.

Sin mencionar el hecho de que estaban sentados en una mesa del patio.

Obviamente, no invitaría a Willy a su casa, quizás que cosas terminarían haciendo.

¡Ni lo pienses Vegetta!

Willyrex solo se dedicaba a teclear sin parar.

Él y su manía con morderse el labio de abajo.
Samuel se dio el tiempo de contemplarlo un poco más de cerca.

¿Hace cuánto tiempo ya no estaban a esa distancia?

Aquella nariz respingada, ojos rasgados color verde esmeralda, cabello blanco con unos rulos salvajes, y ese típico sombrero verde que llevaba a todas partes.

-¿Qué?, ¿Te quedas ahí mirándome como un pringao' o empiezas a trabajar?

-Ah, si. Vale.

Willy no pudo evitar soltar una pequeña risita nasal.

-Al menos nos tocó un tema fácil.-Prosiguió Vegetta.

-Ya ves. Soy una máquina con las fórmulas, eh.

-¿Si? A tí no te dirán, ¿El Formuleitor?

Los dos sonrieron al mismo tiempo.
Claro, esa típica rutina del más bajo presumiendo sus habilidades mientras que el otro soltaba sutiles bromas.

Algo nada parecido con Rubius.

Rubius...

-Oí que Luzu se presentará al consejo.

-Sí, Rubén fue la otra vez a ver como llevaban eso de los votos y la verdad es que Luzu está muy por delante.

Ese nombre...

-¿Rubén? Cuanta confianza, hasta le llamas por su nombre real.

-Hombre, claro. Somos novios.

Esa fue la gota que derramó el vaso.

-A mi siempre me dijiste Willy.

...

Silencio incómodo.
Guillermo inmediatamente se arrepintió.

-Yo... Lo siento, eso fue patético.

-No, tranquilo...

Otra vez silencio.
Vegetta suspiró.

-Te conozco desde hace mucho. Tantos años llamándote Willy que se volvió algo muy tuyo, eh. Muy nuestro quiero decir.

-¿"nuestro"?

-¡N-no! Me refiero...-Ya la estaba cagando.- Que me gusta más Willy, ¡Osea! ¡No quiero decir que Guillermo sea feo! De hecho, es bonito, como de hombre fuerte, ¿Sabes? Bueno, en fin. Me callo.-Se escondió buscando información en la laptop.

Willy sonrió.- Entiendo.-Se acercó levemente rozando la parte lateral de su pierna.- Que a mi también me gusta Vegetta.

-Pues claro, es el nombre del príncipe de los saiyayin.

Y rieron suavemente.

Se seguía llevando bastante bien con Willy.

Y eso le asustaba.

[karmaland] Una escuela, varios problemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora