[karmaland] Una escuela, varios problema

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-Si quieres, puedo pedirle a mis padres que nos vayamos un tiempo a la cabaña que te conté.-Nieves propuso alegremente.

La verdad es que tampoco le molestaba tanto, pero no quería que Nieves se haga ideas de que está enamorado o algo así.

"Joder, date cuenta..."

-Ah... N-no lo sé. Irse de vacaciones ahora significaría atrasarme con los estudios y eso es una putada...

Bien jugado.

-Nadie dije que no estudiaras, puedes traer tus cosas allá y ya está.

Rubius chasqueó la lengua inconscientemente, arrepintiéndose. Se sintió algo hijo de puta, especialmente por la cara confundida de la chica.

-Tendría que verlo...-Desvío la mirada.

La rubia suspiró.

-Hey, Rubén...-Se sentó a su lado.- ¿Tú no quieres estar comprometido, verdad?

-¿L-lo dices por lo de la cabaña?Te juro que es--

-¡No!-Exclamó, y luego dio un suspiro calmándose.- Siento que siempre estás aquí por obligación, y eso me preocupa.-Rubius no terminó de entender lo que intentaba decir.- Por que cada vez estás más deprimido. Y si te hace mal, mejor no nos unamos.

Rubius se sintió levemente mal por la chica- Escucha, Nieves. Esto no es por ti.-Sonrrojado se acercó.- ¡Tú eres una chica espléndida! Una de las más majas que he conocido. Y se que sonará cliché, pero el problema soy yo.

Él dejó de hablar.

No, necesitaba terminarlo.

-Por que yo...-Tragó.- Tengo...

-Está bien si no me quieres decir.-Sonrió cálidamente.- Lo que importa son nuestros padres.

-No me siento listo... Será muy chocante, especialmente para mi madre, ella es muy exagerada.

-Hagámoslo cuando lo estés.

Rubius la miró, y por primera vez sonrió de forma sincera, abrazándola.

-Gracias Nieves.-Ella correspondió sin dudarlo.

-¿Podemos seguir siendo amigos después de esto?

Se separó con las mejillas levemente rojas.
La chica sintió el brillo en los ojos del contrario y eso la hizo feliz.

-Pues claro que si, tontita.