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Jungkook ingresó a la habitación de forma sigilosa pues todas las luces estaban apagadas

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Jungkook ingresó a la habitación de forma sigilosa pues todas las luces estaban apagadas.

Se sentó en el sofá y se acomodó, observando cómo los niños dormían en la cama principal.

Frunció el ceño, ¿dónde estaba Jennie?

Le echó un vistazo a toda la estancia para ver si era capaz de encontrarla, pero incluso la puerta del baño estaba abierta y las luces apagadas, demostrando que no había nadie allí.

Jungkook iba a tomar su teléfono para llamarla cuando vió una sombra moverse tras la puerta corrediza de vidrio esmerilado del balcón. Con el ceño fruncido, se acercó hasta ella notando que se hallaba sin seguro así que la abrió, sintiendo cómo una fuerte corriente de aire frío golpeaba su rostro. Ingresó en el balcón y cerró la puerta para que no ingresase frío al cuarto, ya que podría enfermar a los niños.

Observó que a su derecha se encontraba la chica que había estado buscando en su cuarto, con la pijama puesta, su cabello atado en una cola y una taza de té en la mano, la cual estaba a punto de acabarse.

Jungkook la observó, no sabía si se había percatado se su presencia o no, así que tomó asiento a su lado, observando lo mismo que ella, las luces de los edificios reflejadas en el río Nakdong al igual que la luna que era la que más resaltaba en la tranquilidad de las aguas.

El pelinegro la observó, preguntándose si no tenía frío, ya que la chica usaba una pijala que dejaba al descubierto sus hombros, brazos y parte de sus clavículas. Jungkook se retiró la chaqueta que llevaba para posarla sobre los hombros de la chica, quien seguía con la vista fija en las aguas. El chico sintió el ambiente tornarse más y más tenso conforme pasaban los segundos así que se decidió a intervenir, pero Jennie habló primero.

—¿Pudieron aclarar las cosas? —preguntó con voz ronca tras darle el último trago a su té y dejar la taza en la pequeña mesilla a su lado.

—Sí, ambos pudimos contar nuestra versión de la historia y perdonarnos —informó Jungkook, no gustándole para nada el ambiente.

—¿Y el bebé? ¿Pudiste verlo? —preguntó, aún sin mirarlo, incluso oyéndose cada vez más distante.

Y entonces Jungkook notó sus ojos rojos y sus manos temblorosas.

—Sí, lo vi —no dió más detalles, haciendo que la chica sólo asintiera.

Jungkook se sentía terriblemente incómodo y culpable. Casi era media noche y seguramente él había sido el culpable de perturbar su sueño. ¿Acaso lo había estado esperando?

Tenía que aclarar sus sentimientos con Jennie, no podía seguir permitiendo que sufriera por él si la apreciaba como lo hacía. Ninguno de los dos lo merecía. Él apreciaba bastante a Jennie por lo mucho que lo había ayudado en el pasado, pero ahora que la luz de esperanza ya era bastante grande, era capaz de ver que en realidad ellos nunca tuvieron aquella conección de pareja y se sentía culpable por haberle permitido e incluso alentado tales ilusiones.

El pelinegro suspiró, acomodándose en su silla.

—Jennie, yo... —empezó, pero fue interrumpido.

—No digas nada, por favor —suplicó la chica, sintiendo sus ojos humedecerse.

Jungkook calló, sintiendo un nudo en su garganta también. Aquella era la situación que más quería evitar.

>>Sé lo que vas a decirme. —continuó la chica— Lo he estado anticipando en estas horas, pero estoy segura de que no importa cuánto me halla preparado mentalmente, siento que me derrumbaré igualmente así que no quiero escucharlo.

El chico sintió un escalofrío en todo su cuerpo. Todos sus miedos con respecto a su situación con Jennie se estaban cumpliendo.

—Yo... —volvió a interrumpirlo, esta vez con voz entrecortada.

—Sé lo que quieres decirme, lo entiendo. Yo... Sólo pensé que sería menos doloroso si seguía pensando que me querías de la misma forma en que lo hacía yo.

—Perdón —susurró Jungkook, pero eso hizo que la pelinegra empezara a temblar con más intensidad.

—No te atrevas a pedir perdón por esto, no pidas perdón por sentir o no hacerlo. Me haces sentir como si fuese obligación tuya devolver mis sentimientos con reciprocidad y eso es terriblemente egoísta. —Jennie suspiró, cerrando sus ojos— Yo quería pensar que podía llegar a ganarme tu amor, pero es mucho más que eso, ¿sabes? Pensé que podía volver a tomar mi lugar como tu pareja y madre de Doyeon sin importarme mucho si alguien ya lo tenía entonces. Pero es mucho más que eso. No tienes ni idea de lo desconocida que me siento ahora.

Jungkook intentó tomar su mano derecha, la cual estaba pellizcando su brazo izquierdo, un hábito terrible que tenía cuando se sentía nerviosa e impotente a niveles extremos. Pero Jennie apartó su mano como si quemara.

—Antes de venir me dijeron que lo único que haría era presenciar su reconciliación y creo que eso es justo lo que estoy haciendo, pero yo quería seguir pensando que me necesitarías tanto como yo a ti, que no importaba si la volvías a ver o no ya que tus sentimientos no renacerían. Yo en serio tenía esperanza y ahora me estoy sintiendo tan tonta. —y entonces escondió su rostro entre sus manos, sollozando fuertemente. Su garganta ahora dolía. Todo en ella dolía. Jungkook se acercó, queriendo consolarla, pero entonces se levantó de la silla, dejando la chaqueta caer de sus hombros— Por favor, no sientas lástima por mí, es lo último que necesito.

Jungkook se levantó también, no importándole las protestas para finalmente acercarse y tomar su rostro entre sus manos, limpiando las lágrimas que aún seguían cayendo de sus ojos.

—No siento lástima por ti. —susurró el chico— Jennie, has significado un apoyo muy importante para mí. Ya no te quiero hacer más daño.

La chica suspiró, retirando las manos de Jungkook de su rostro.

—Iré a Busan mañana con Doyeon y Jeonsang, creo que necesito descansar de todo esto —musitó.

—Voy contigo —anunció Jungkook, pero la chica negó y ahora fue ella la que puso sus frías manos sobre las mejillas de Jungkook.

—Quédate con ella, Jungkook. Chaeyoung te necesita, y yo quiero alejarme de esto por un tiempo. —terminó, sintiendo sus ojos picar aún más y que el aire se iba de sus pulmones de forma dolorosa, así que, no queriendo mostrar más debilidad pues ya había tenido mucho por hoy, lo rodeó rápidamente para ingresar a la habitación para acostarse a dormir con los niños— Buenas noches.

Jungkook posó sus manos en el barandal, sintiendo una lastimera presión en su pecho. No podía hacer nada más que darle tiempo a esa situación.

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Looking For Dad - Rosekook [#2] ᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora