El sábado, casi una semana después de que Jennie había vuelto a Busan, Jungkook caminaba directamente al trabajo de Rosé con Mingyu en brazos. Sabía que era su hora de almuerzo y le agradaba poder pasar ese tiempo con ella y su hijo. Rosé le había permitido cuidar a Mingyu mientras ella trabajaba y Jungkook al parecer había hecho un buen trabajo, Mingyu se había acostumbrado tanto a él en poco tiempo que cuando Jungkook se despedía del bebé en la noche casi que parecía triste. Incluso la última vez había llorado.Adoraba pasar tiempo con su bebé y cuando necesitaba trabajar Mingyu se dormía fácilmente, sin despertarse de nuevo hasta que Jungkook hubiese terminado para volver a jugar. Era un bebé bastante tranquilo, todo lo contrario a Doyeon, que de bebé no hacía más que pedir su atención.
Con respecto a Chaeyoung, los primeros días habían sido profundamente incómodos, al menos hasta que Jungkook había empezado a tener conversaciones amenas sobre el bebé, intentando no hablar del pasado como habían prometido. Jungkook no quería ir tan rápido, pero al día siguiente se iría y necesitaba una respuesta de Rosé con respecto a volver a Busan, se conformaría incluso con una promesa, pero aquel tema lo atormentaba constantemente y necesitaba saber o tener una idea de lo que sería de ellos en el futuro.
Tenía mucho miedo de que Rosé se negara. ¿Ella había dicho que no quería que se fuera de su vida, verdad? Entonces no tenía sentido que rechazara su propuesta de volver a Busan. Incluso en el pasado había pensado en volver.
Pero, si ella se negaba, Jungkook tenía miedo de que todo lo que había logrado hasta ahora se viese afectado por su poca disponibilidad en los últimos meses del año, y mucho más si ambos estaban separados por una ciudad.
—¿Querrías volver a Busan conmigo y tú hermana, tesorito? —le preguntó a Mingyu, como si el niño tuviese la conciencia suficiente para decidir aquello.
El bebé rió, sin saber muy bien a qué se refería Jungkook, así que simplemente volvió a recostar su cabeza en su hombro mientras jugaba con la bufanda que traía puesta su padre.
El chico sonrió. Mingyu era tan calmado que parecía casi irreal, era como el bebé perfecto. Lloraba muy poco y cuando lo hacía era fácil calmarlo, Jungkook no sabía si debía alegrarse o preocuparse por ello. Pero según lo que le había contado Rosé, Mingyu había nacido sano, sin señales de algún retraso cognitivo o que se le asemejara. No había de qué preocuparse.
Llegó al restaurante justo al medio día, Rosé ya estaba saliendo del restaurante para esperarlos en ese instante.
La chica les sonrió a ambos y tomó a su bebé en brazos, quien se removía feliz por verla.
—Mama —balbuceó el bebé, aferrándose al cuello de Rosé.
—¿Te ha dado problemas? —le preguntó a Jungkook, comenzando a caminar hasta su casa con el chico siguiéndola.
ESTÁS LEYENDO
Looking For Dad - Rosekook [#2] ᶜ
FanficDespués de aquel fatídico día, Rosé decidió marcharse de aquella casa para no causar más daños en la vida de Jungkook y Doyeon, priorizando a su bebé y la salud mental de ambos. Después de un año, las cosas han cambiado drásticamente, pero siempre l...