Un mes después...
Rosé terminó de preparar el biberón para su bebé y se lo entregó a Lisa, quien estaba a su lado sosteniendo a Mingyu con una sonrisa mientras jugaba con él.
Su amiga ya tenía casi dos meses de embarazo, por lo que su vientre no se notaba para nada. Incluso podría pasar desapercibido. Ya eran casi las cuatro y ellas junto a Mingyu debían apresurarse a ir a la escuela de Doyeon para recoger a la niña, por lo que Lisa se apresuró a sentarse para darle el biberon al bebé como Rosé le había enseñado mientras la madre iba por el coche a su habitación.
—Es bueno que te sientes cada vez que cargues a Mingyu, no deberías cargar cosas pesadas —le dijo Rosé, mientras acomodaba todo dentro del coche y guardaba la pañalera en su pequeño compartimento.
Lisa asintió, dejando el biberón ya vacío del bebé en la mesa del comedor y girando al bebé para darle palmaditas en la espalda.
—TaeTae también me dice lo mismo, pero prácticamente no me deja hacer ya nada. —soltó la rubia con un puchero, dejando al bebé dentro del coche y cubriéndolo con la manta dentro de él— Por poco y no me deja venir, deberías hablar con él.
Rosé rió ante las quejas de su amiga.
—De acuerdo, intentaré hablar con él. Por ahora vamos por Doyeon, ya falta poco para que salga —Lisa asintió conforme y le ayudó a Rosé a bajar el coche por el par de escalones de la entrada.
Hacía un poco de frío, ya que se acercaban a épocas de invierno. Las hojas de los árboles en las calles habían caído, dejando un rastro de hojas secas a sus pies. Octubre ya estaba por acabarse y Rosé se había asegurado de que la ropa de su bebé fuse lo suficientemente abrigadora.
—He tenido un sueño extraño —le comentó Lisa, pues habían estado hablando de los significados místicos de los sueños que habían visto en la televisión a la hora del almuerzo.
—¿De qué trataba? —le preguntó Rosé.
—Era un chile colgado de un árbol que se balanceaba de un lado a otro —comentó la rubia, frunciendo el ceño ante lo extraño que sonaba decirlo en voz alta.
Rosé abrió los ojos sorprendida.
—Yo también tuve el mismo sueño cuando estaba embarazada. Tuve ese y uno en donde un par de duraznos estaban sobre una mesa y rodaban hasta el suelo. —Lisa se mostró inmensamente curiosa— Busqué en Internet y consulté con la madre de Jungkook. Ella también había tenido un sueño parecido y me dijo que se trataba del sexo de tu bebé. Yo había tenido el del chile y los duraznos por los mellizos. —sonrió un poco triste al recordarlo— Y el hecho de que sueñes con el chile puede significar que esperas a un niño.
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Looking For Dad - Rosekook [#2] ᶜ
FanfictionDespués de aquel fatídico día, Rosé decidió marcharse de aquella casa para no causar más daños en la vida de Jungkook y Doyeon, priorizando a su bebé y la salud mental de ambos. Después de un año, las cosas han cambiado drásticamente, pero siempre l...