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Dos semanas habían pasado y Rosé podía decir que se sentía especialmente feliz

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Dos semanas habían pasado y Rosé podía decir que se sentía especialmente feliz.

Su tía, Lisa y la madre de Jungkook la visitaban seguido, estaban muy encariñadas con el pequeño bebé, que había cumplido ocho meses hace casi una semana y media. Además, Lisa le había dado una gran noticia, pues ella y Taehyung esperaban a su primer bebé, tenía pocas semanas de embarazo, así que ella era la que más frecuentaba la casa para pedirle consejos a Rosé y practicar cuidando a Mingyu.

Yoongi la había estado llamando también casi dos veces al día. Y es que había pasado la audición para ser el nuevo compositor de aquella empresa de entretenimiento. Incluso le había dicho que había hablado con Seokjin y él le había propuesto comprarle el restaurante y ayudarle a adquirir sus acciones en la empresa para trabajar desde Busan sin ningún problema. Aquello alegró a su hermana de forma inconmensurable.

Doyeon se había encariñado un montón con su hermanito, Rosé iba casi todos los días a recoger a la niña con el bebé, quien se alegraba al instante al verla a ella y a Jeonsang, quien a veces también iba a casa a merendar y a Jugar con Doyeon y Mingyu. Los únicos días en los que no iba por Doyeon, dos a la semana escolar, sabía que la recogía Jennie, se quedaba toda la tarde y noche con ella y le llevaba al colegio, para que Rosé la recogiese al día siguiente. Realmente ni Jungkook ni ella había visto o hablado con la madre de Doyeon, solamente Jimin se había comunicado con Jungkook para ponerse de acuerdo con aquellos dos días en los que Jennie pasaría tiempo con la niña, todo resultaba extraño pero habían preferido no hablar del tema.

Las cosas con Jungkook mejoraban progresivamente, habían preferido ir despacio hasta volver a lo que tenían antes de que ella se fuese para Daegú. Los últimos días incluso los besos habían subido de intensidad, sin llegar a otra intensión por el momento. Rosé estaba feliz, pero se sentía un poco extraña, se había acostumbrado a levantarse temprano para ir a trabajar y regresar casi en la noche para mimar, cuidar a su bebé y dormir. Y ahora que no trabajaba se sentía un poco inútil, no negaba que le encantaba pasar tiempo con su bebé y con Doyeon, pero realmente quería hacer algo más, así que lo había discutido con Jungkook el día anterior. Y entonces él le había dado una de las mejores noticias que había recibido jamás: le había dicho que si quería, el financiaría sus estudios para que estudiase en la universidad. E incluso si se decidía a estudiar en el campo administrativo como él, dijo que le podría dar trabajo en su empresa.

Definitivamente su relación no hacía más que mejorar.

Ya era casi el medio día del sábado y Jungkook la convenció para que no cocinaran y pidieran algo a domicilio. Rosé aceptó y ahora se hallaban los cuatro en una charla amena sobre la semana escolar de Doyeon.

—Falta poco para octubre y la maestra dijo que podíamos ir disfrazados al colegio. —comentó Doyeon con emoción— No sé de qué disfrazarme, ¡quizá de princesa!

Ambos adultos rieron ante la emoción de la niña, sabían que pediría disfrazarse de algo por el estilo.

Súbitamente el teléfono de Jungkook empezó a sonar. El mayor estaba alimentando a su bebé con la papilla que le había hecho Rosé y un poco de su comida para que empezase a masticar, pero se detuvo observando su teléfono con detenimiento.

Looking For Dad - Rosekook [#2] ᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora