Looking For Dad - Rosekook [#2] ᶜ

𝟥𝟣

Jimin caminó hasta el estacionamiento, estaba realmente cansado, desde que Jungkook se había ido a Daegú y sus funciones le habían sido delegadas, su horario de trabajo se había extendido igual que todas las cosas que tenía que hacer. Estaba realmente exhausto y ahora sólo deseaba comprar su cena en un autoservicio e ir a su casa a relajarse un rato en su bañera. Por suerte, se suponía que mañana llegaba Jungkook, por lo que su trabajo disminuiría considerablemente.

Se subió a su auto despidiéndose amablemente del vigilante, pero entonces su teléfono empezó a vibrar, así que se colocó el manos libres en su oído derecho y contestó la llamada.

—¿Hola? —preguntó Jimin, esperando respuesta por parte de la otra línea.

—Jimin-ssi, mi lindo mochi —se escuchó una linda voz masculina con algo de aegyo.

Jimin rió por el apodo.

—Jungkookie, ¿a qué debo el placer de tu llamada? —preguntó el rubio a modo de broma.

—Sólo quería llamar a mi lindo amigo, y decirle que lo quiero mucho~ —continuó Jungkook, Jimin ya podía imaginar el tierno puchero que tenía su amigo en aquel momento.

—No te creo nada, mejor dime ya qué quieres —insistió Jimin sonriendo.

—Por eso no te digo cosas bonitas, nunca las aprecias. —Jimin bufó y Jungkook rió— Está bien, está bien. Llamaba para decirte que probablemente estaré más días aquí. Quizá hasta el fin de semana, antes de la reunión con la junta directiva. Necesito que me sigas cubriendo.

Jimin rodó los ojos.

—Jungkook-ah, no voy a hacer más tu trabajo. Yo también tengo cosas que hacer y últimamente estoy cargado de trabajo por hacer también el tuyo, no puedo...

Jungkook lo interrumpió.

—No, no. No harás más papeleos y balances, yo lo haré aquí desde mi computadora. Lo único que tendrás que hacer será recordarle a mi secretaria de imprimirlos y dártelos para las reuniones. En eso es en lo único que me tendrías que cubrir, reuniones. Sólo tengo tres antes de este fin de semana, te prometo que te postularé para vicepresidente este año, por favor Jiminnie~ —suplicó Jungkook.

Jimin se lo pensó, si era sólo aquello podría hacerlo sin problema. Igualmente sabía que si Jungkook lo postulaba para vicepresidente, ascendería al cargo sin problema. El padre de Jungkook se retiraría ese año porque su salud estaba empeorando y ya no podía dedicarse al trabajo más que a insuficiencia cardíaca, así que su hijo ascendería al cargo al final de año.

—De acuerdo, pero me debes una bien grande —advirtió Jimin, ingresando al autoservicio de sushi que había al lado de un pequeño parque. Jungkook suspiró de alivio.

—Gracias, Jiminie. Eres un gran amigo, te quiero~ —se despidió Jungkook.

Jimin rodó lo ojos, pero seguidamente rió.