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Rosé se disculpó rápidamente con Jungkook, diciéndole que su hermano la necesitaba urgentemente

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Rosé se disculpó rápidamente con Jungkook, diciéndole que su hermano la necesitaba urgentemente. Le dió rápidas y atropelladas instrucciones sobre su bebé al chico, quien no dejaba de preguntarle qué sucedía. Rosé tuvo que calmarlo al prometerle que le hablaría de ello cuando llegara y continuarían su conversación anterior.

Jungkook no tuvo más opción que resignarse y prometerle que cuidaría bien de Mingyu.

Rosé salió rápidamente a la acera, donde tomó un taxi, dándole la dirección del hospital con voz temblorosa.

No sabía muy bien el motivo de sus nervios. Quizá estaba ansiosa al anticipar lo que su padre biológico le diría. ¿Por qué querría hablar con ella? Sabía que tenía el tiempo contado, ya que si bien podía tardar horas en entrar en un estado agonizante, también podría tardar minutos y ella quedaría con la conciencia ansiosa.

Una vez había llegado, pagó el taxi y salió de él rápidamente, encontrándose a Yoongi en la sala de espera, intentando consolar a su madre a quien le estaban aplicando una intravenosa. Rosé supuso que la mujer había sufrido un ataque de pánico y las enfermeras habían tenido que atenderla.

Yoongi se acercó a ella, dándose cuenta de su presencia y la abrazó breveemente.

—No te preocupes, si a mí, que me ha odiado casi toda su vida, no hizo más que pedirme perdón, no creo que te diga algo malo. —acarició sus cabellos, era la primera vez que oía a Yoongi hablar de su padre en tono suave y sin ningún insulto de por medio— Yo estaré aquí si me necesitas. Está en la habitación 304 por el pasillo de allá, —señaló el pasillo de su derecha— debes dejar primero tu identificación con la recepcionista.

Rosé asintió, incapaz de pronunciar palabra. Después del nacimiento de Mingyu había desarrollado cierto terror a los hospitales, tanto era así que en se instante se hallaba sudando frío y algo mareada gracias al fortísimo olor a desinfectante. La chica sintió un escalofrío y empezó a temblar, siguiendo las instrucciones de Yoongi hasta llegar a la habitación de su padre biológico.

Aquel hombre se veía mucho más demacrado que la última vez que lo había visto. Se veía tan débil, pálido y ojeroso que Rosé sintió pena. Se sentó rápidamente en uno de los sofás de la habitación, viendo cómo el hombre abría sus ojos y los enfocaba en ella. Rosé tragó nerviosa.

Esperó unos segundos que parecieron minutos hasta que el hombre empezó a hablar.

—¿De nada servirá... que te pida perdón... A estas alturas, verdad? —habló el señor Min con paciencia, deteniéndose en casa oración por falta de aire, incluso soltando una breve tos al final.

Rosé negó.

—No hace falta que me pida perdón, nunca fui infeliz con el hecho de no crecer con mi padre biológico —explicó la chica, intentando no ser dura y entrelazando sus dedos para distraerse.

Looking For Dad - Rosekook [#2] ᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora