Recuerdos

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Narra Rafael

"Su cabeza todavía está apoyada encima de mi pecho y es la mejor sensación de mi vida. La única que quiero experimentar para siempre. Su respiración es lenta y tranquila, acaricio su espalda con cuidado de no despertarla y no puedo evitar sonreir como un tonto. Me tiene tan enamorado está mujer, es lo mejor que me paso. Me encanta poder oler su perfume, poder abrazarla, tenerla cerca y poder acariciar su cabello castaño. Puedo sentir como se mueve despacio y abre sus hermosos ojos azules, esos ojos enormes que me vuelven loco. Sonrie al verme y besa mis labios, extrañaba tanto poder sentir esos labios junto a los míos. Esta mujer es tan perfecta, sus rulos adornando ese hermoso cabello, sus labios delgado color rosado, su cuerpo que se convirtieron en mi obsesión. Ella se convirtió en la razón de mi vida, a pesar que puse resistencia, me enamoré de ella como un loco.

Buenos días a la más hermosa.Digo con una enorme sonrisa mientras la abrazo con fuerza.

Ella se rie y me pega suavemente.

No seas mentiroso.

Es la verdad mi amor.

Sus mejillas se ponen rosadas y beso sus labios mientras mis manos van a su trasero.

Me encantaría quedarme pero tengo que ir a la casa de Lisa antes de que se den cuenta.Se rie y me mira con una sonrisa.

Suspiro, no quería separarme de Eugenia pero no quería darle problemas. Nos levantamos de la pequeña cama y ella se viste rápidamente.

Me da un beso antes de irse.

Te amo.Sincero, mis ojos no dejan de mirarla con amor.

Yo también te amo.

Se aleja de mi y se va en silencio. Me quedo pensando en lo que paso y no puedo evitar sonreir, cada minuto de mi vida vale la pena cuando la tengo a mi lado".

Mis pensamientos son interrumpidos cuando se escucha el sonido del timbre para dar comienzo a las clases. Suspiro al darme cuenta que volví a la realidad espantosa que vivo cada día. Me pongo de pie y agarró mi bolso.

Los recuerdos golpean mi mente mientras camino hacia el salón. Cuando me fui a Francia no dure ni un año, solamente cinco meses porque no podía soportarlo más. Tenía ataques de pánico al darme cuenta que Eugenia no estaba a mi lado, no la veía sonreir, reírse y no me perdía en sus hermosos ojos azules. Yo mismo me mate en vida, la arruine por completo al pensar que habían otras personas que me necesitaban. Nadie me necesita, solamente la necesito a ella para poder vivir. Estos 15 años fueron una pesadilla en la que no puedo despertar, deje de vivir en estos años. Te extraño tanto Eugenia, si supieras que en estos años nunca deje de amarte y que este corazón sólo late por mantenerte viva en mi recuerdo.

¿Seguirás pensando en mi o te olvidaste de mi para siempre? Te pedí que me olvidaras como yo intentar olvidarte pero no pude hacerlo. Casi me vuelvo loco en ese lugar, no quería ser sacerdote, eso dejó de importarme cuando apareciste en mi vida amor mío. Si pudiera poder volver el tiempo atrás, me hubiera escapado con vos sin dudarlo. Fui tan tonto y cobarde, ahora estoy sufriendo mis consecuencias y no sabes lo arrepentido que estoy. Cuando volví a Buenos Aires con todas las esperanzas de volverte a ver pero fue todo lo contrario, me enteré que te habias ido con Eduardo fuera del país y que estabas embarazada. Mi corazón se rompió en miles de pedazos y todo se derrumbó. Estaba obteniendo lo que merecía, habías formado una familia y yo me quedé con el corazón destrozado, como así hubiera estado tu corazón cuando leíste mi carta de despedida.

Mi mente y mi corazón no dejaron de pensar en ti en todos estos años y nunca se va a detener, va a ser así hasta el día que mi corazón deje de latir.

Me paro enfrente de mis alumnos y suspiro. Los saludo y ellos me responden, otro día monótono más de mi miserable vida.

ObsesionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora