Mi garganta se cerro y estuve varios minutos sin poder hablar. Solamente pude asentir y la deje pasar, ella entra lentamente y mira mi casa desde adentro, observa la sala y da media vuelta para mirarme. Su mirada es seria y trato de mantener distancia para no incomodarla.
–Quiero ser corta así no te robo mucho tiempo. –Dice con seriedad.
–Sabes muy bien que tengo todo el tiempo si se trata de vos.
–No quiero quedarme mucho tiempo asique sere rápida. –Asiento y vuelve a hablar. –Es mejor que mantengamos distancia. Lo nuestro se termino hace mucho tiempo y no volveremos a estar juntos.
Me quedo mirándola en silencio, lo que dijo se sintió como una cachetada. Me acerco a ella y Eugenia retrocede un poco.
–Es lo mejor para los dos, tengo una familia y no me divorciare de mi marido, No se que esperabas que hiciera.
–Que vuelvas a amarme... que me perdonaras. –Bajo la cabeza. –Espere tanto tiempo para volverte a ver y me prometi recuperarte. Siempre cumplo con mis promesas.
Ella se rie y se cruza de brazos.
–Antes hiciste una promesa y no la cumpliste, menos ahora lo cumplirás.
–¿Entonces por que viniste?
–Porque quería dejar claro que es lo que pienso.
–¿En serio viniste para decirme eso o por otra cosa?
Me acerco y ella se queda helada, mis manos van hacia sus caderas y mira para otro lado, se que esta resistiendo la tentación tanto como yo. Quiero respetar su decisión y alejarme de ella pero no puedo, la necesito y juro que voy a cumplir mi promesa.
–¿En serio quieres que me aleje de ti? –Le pregunto mientras agarro su mentón y hago que me mire. –Los dos nos necesitamos Eugenia, ya nos separamos una vez, nos separamos por mi culpa y no voy a dejar que vuelva a pasar.
Estamos solamente a unos centímetros uno del otro y envuelvo mis brazos sobre su cintura para besarla con pasión. Sus manos van hacia mi cabeza mientras intensifica el beso y tira suavemente de mi cabello. La tomo entre mis brazos y la llevo hacia mi habitación.
Nos besamos con locura mientras estamos acostados en mi cama y empiezo a tirar de su ropa, llevo su playera hacia su cabeza y se la quito, tirándola hacia el suelo.
Al rato, nuestra ropa esta esparcida por el suelo y mis labios besan cada parte de su cuerpo. Ella suspira y me mira suavemente, no puedo dejar de mirarla y admirar su belleza. Esto es tan perfecto, puedo sentir como tiembla cada vez que la toco y ahora más que mis labios prueban sus senos. Eugenia echa la cabeza hacia atrás y me abraza con fuerza.
Tiro de sus bragas con cuidado y ella libera mi entrepierna hinchada. Los dos gemimos a la par cuando mi pene entra en su calidez, me quedo quieto, disfrutando de esta sensación de estar dentro de ella. Nos miramos a los ojos y sus ojos azules me miran con tanta excitación y necesidad. Ya no nos podemos separar más, el tiempo de estar lejos termino. Nuestros corazones y cuerpos no pueden resistirse y cada vez que lo intentamos, estallamos por completo, como ahora nos esta pasando. Empiezo a moverme suavemente y ella gime en mi oído mientras beso su cuello, lamiendo suavemente. Su cuerpo y su alma son una tentación para mi, la amo con locura y no puedo detenerme. Me siento tan excitado que empujo con más fuerza y sus gemidos son más elevados. Sigo empujando rápidamente y gruño entre besos, no quiero que esto se termine, quiero disfrutarlo al máximo. Su rostro esta sudoroso después de haber pasado un tiempo, los dos gemimos sin parar al acelerar las embestidas y profundizo más dentro de ella.
–No te detengas. –Ruega.
Me muevo un poco más hasta que ella se viene y yo hago lo mismo, sin dejar de temblar, los dos nos quedamos quietos y apoyo mi frente sobre la de ella. Me quedo mirándola con una sonrisa, estoy completamente feliz. La amo tanto, no puedo renunciar a ella y es por lo único que vivo, no puedo dejar el único motivo que tengo para vivir.
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Obsesion
Romance"Amarte es mi pecado" Ella prometió no volver a caer ante el hombre que la abandono pero la atracción y el amor que hay entre ellos es demasiado grande para poder resistir.