Dedicatoria

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Luego mi madre se fue y sus palabras rondaron en mi cabeza, haciéndome olvidar completamente de Rafael.

Por suerte estoy hablando un poco más con Eduardo, trate de calmarme en cuanto llegue a la casa y no levante sospechas, al menos con mi esposo porque Constanza me estaba analizando con la mirada. Era tan difícil pasar desapercibida cuando se tiene una hija como la mía. El trabajo me hizo un poco bien y pude concentrarme en otra cosa. Hable con Eduardo de la cena de mañana y sonríe al ver que quiero acompañarlo.

–¿Qué te pondrás? –Me pregunta. –Me gustaría saber que vestido te vas a poner.

–No lo se, voy a fijarme después de la cena. Todavía no lo tengo decidido.

Me abraza y trago saliva, me quedo estática observándolo con seriedad.

–Si quieres te ayudo.

–Gracias, me encantaría tener una ayuda para elegir el vestido. –Sonrió un poco.

Más tarde, termino de hacer la cena y me quede pensando en el libro de Rafael, tengo tantas dudas sobre eso. Se que mi hija lo leyó y me da curiosidad de saber que es lo que escribió allí. Lo que no entiendo es porque escribió un libro de nosotros. ¿Para publicidad? Seguramente, pero quiero saber hasta donde fue capaz.

Al caminar hacia mi habitación, me detengo al llegar a la habitación de mi hija y golpeo la puerta, entro al escuchar la voz de mi hija.

–¿Te puedo hacer una pregunta mi amor?

–Claro, ¿hay algo mal?

–¿De que trata el libro que presento el hombre?

–¿Rafael?

Suspiro y asiento lentamente.

–Si amor, Rafael.

–¿Quieres leerlo?

–Tal vez...

Ella saca el libro de su pequeño estante y me lo da.

–Se trata de que un sacerdote se enamora de una joven de un pueblo. Es muy linda la novela, es narrado por el personaje protagonista.

Arqueo una ceja, mierda que hasta donde es capaz ese hombre.

–¿No me vas a decir nada más?

–No te puedo decir nada, solo tienes que leerlo.

Respiro hondo y observo el libro.

–Esta bien, leeré el libro cuando tenga tiempo.

Ella sonríe y me abraza, le devuelvo la sonrisa y la abrazo con fuerza.

–Me alegra verte un poco mejor mamá.

–Gracias amor. –Sonrió y beso su mejilla. –Buenas noches.

–Buenas noches mamá.

Salgo de su habitación y cuando entro a la mía, veo a Eduardo poniéndose su pijama. Pongo el libro en la mesa de luz y el camina hacia el placard para sacar algunos vestidos. Estuve mirando y Eduardo me ayudo a escoger el indicado.

Elegi un vestido largo color azul, me gustaba mucho y nunca lo use. Lo deje aparte así se me hacia más fácil encontrarlo. Luego voy al baño a darme una ducha y solo me toma unos minutos. Cuando me acuesto, Eduardo esta viendo cosas de su trabajo y observo la tapa del libro. Me detengo a pensar por un segundo, ¿lo leo o lo dejo de lado? Quiero leerlo, quiero ver que dice en su libro. Agarro el libro y trago saliva. Espero que esto no me deje más confundida de lo que estoy, por Dios, no tendría que leer esto pero lo quiero hacer.

Abro el libro y leo la dedicatoria, la garganta se me cierra y me cuesta respirar.

"Para Eugenia con todo mi amor. A pesar de todo lo que paso entre nosotros, lo que hice, aun te sigo amando y esto es para ti. Lo único que puedo darte en la distancia"

ObsesionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora