Coraje

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Narra Constanza.

Estuve observando a mi madre durante el desayuno, pero alejé la mirada para que no sospechara. Ella no sabe que los vi y mejor será que todo se mantenga así.

Más tarde, ya estoy en el colegio cuando veo a Andrea acercarse a mi.

–Son demasiado obvios. –Se sienta a mi lado. –Los vi afuera. –Me mira.

Suspiro despacio y me quedo en silencio por un momento.

–Me siento tan tonta. –Digo.

–¿Y eso?

Le muestro el libro de Rafael y arquea una ceja. Se queda en silencio y muerde los labios haciendo que la vea con seriedad.

–¿Crees que sea ella?

–No te hagas la que no pensaste en eso.

Suspira y asiente rápidamente.

–Lo siento, ayer estabas en tu mundo y no quería darte más ideas en la cabeza, pensé que podría ser una locura, pero... eso explicaría porque tu madre fue tan fría durante estos años.

Me quedo pensando en lo que dice y la verdad que es demasiado obvio, ahora se porque mi madre reacciono en la presentación, estaba como si hubiera visto un fantasma.

–Si esto es cierto... mi padre los separo. –Susurro. –No se si mi madre lo sabrá, aunque creo que si porque sino no hubiera aceptado a Rafael en su vida.

–Quien hubiera dicho que el profesor de mi hermano era un sacerdote. –Bromea. –¿Qué piensas hacer ahora?

–Nada, se que mi madre se divorciara de mi padre. Estoy un poco enojada con el. –Suspiro.

Andrea suspira y apoya la mano en mi hombro.

–Sabes que puedes contar conmigo Constanza. Tienes las puertas abiertas de mi casa por si la cosa se vuelve insostenible.

–Se que mi padre hará un escándalo pero... no pienso que sea capaz de hacerle daño a mi madre.

–Solo quería que lo supieras.

Asiento lentamente y suspiro.

–Mejor volvamos al salón. –Le digo.

Dentro de poco mi padre volverá al país, no se lo que pasara de ahora en adelante no puedo evitar sentir un poco de miedo. Suspiro mientras trato de mantenerme concentrada en la clase. Agarro mi bolígrafo y anoto lo que explica el profesor.

Me aburri en toda la clase y agradecí al escuchar el sonido del recreo, guardo mis cosas debajo del pupitre y salgo con Andrea. Compramos algo liviano para comer a media mañana.

–¿Estás mas tranquila?

–Si... solo pensaba que mañana llega mi papá. –Suspiro. –No se cuando le dira mi mamá.

–No pienses en eso, ¿si? Si quieres le dices a tu mamá que te quedaras hoy a dormir. Podemos mirar películas o lo que quieras.

Sonrió un poco y asiento, mi madre y Andrea son mis mejores amigas.

–Cuando salgamos del colegio le avisare a mi mama que me quedo con vos.

Ella asiente de buen humor y termino de tomar mi jugo.

Más tarde, junto mis cosas y cuando estoy por irme veo a Rafael, este se acerca a mi y trago saliva cuando besa mi mejilla. Puedo ver una luz en su mirada al mirarme y sonríe.

–¿Cómo estás?

–Estoy bien profesor. –Sonrio un poco.

Me detengo para poder hablar con el, a pesar de saber de que los dos son amantes. Siento un poco de calma al estar con el.

–¿Usted como está?

–Sabes que me puedes decir Rafael, Constanza. –Sonrie. –Estoy bien y me alegra que te encuentres así.

Puedo ver que está un poco nervioso y asiento lentamente.

–Gracias Rafael, me tengo que ir. –Digo al ver a Andrea. –Espero que se encuentre bien.

Asiente y me alejo con mi amiga.

–Se nota que te quiere. –Dijo Andrea.

La miro por un momento y asiento al estar de acuerdo.

–Es verdad y no se que me pasa con el. Desde que lo vi siento algo especial por el... pero no se que será.

–¿Qué quieres hacer ahora?

–Voy a buscar mis cosas antes de it a tu casa, vos anda que no voy a tardar nada. Cuando este por llegar a tu casa te mando un mensaje.

–Esta bien, te voy a estaresperando.

ObsesionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora