Narra Eugenia.
Eduardo esta gimiendo despacio mientras tenemos sexo, se mueve lentamente y besa mis pechos, yo me quedo helada, no dejo escapar ningún suspiro. Me abraza con fuerza y puedo sentir como se viene dentro de mi y se desploma, siento su cuerpo pesado y respira lentamente.
–Dios. –Suspira.
Me mira fijamente y besa mis labios.
–Te amo tanto mi amor.
Lo miro fijamente y suspiro cuando se acuesta a mi lado, por suerte no siento su cuerpo pesado y me voy al baño. Me quedo sentada en el inodoro por un tiempo, tratando de pensar en otra cosa. Me siento tan inútil, odio tener esta vida que tengo. No dejo de sentirme un fracaso cada día de mi vida y no tengo un mínimo de valentía para cambiar todo. Hay una tormenta afuera, es lo único que puede calmarme en este momento. Como hubiera querido rechazar a Eduardo, no casarme con él. Cierro los ojos y llevo mis manos hacia mi rostro. Esta lluvia me esta llevando a tantos recuerdos, aunque se detiene al recordar el mejor de todos.
"Estoy acostada sobre su cuerpo desnudo mientras no puedo parar de mirarlo, no puedo detenerme. Su respiración es tan tranquila, esta profundamente dormido mientras afuera no deja de llover. Acaricio su pecho y no puedo dejar de sonreír mientras lo hago. Es tan hermoso, se lo ve tan tranquilo mientras duerme. Observo con atención su piel bronceada, cada rincón de su hermoso rostro. Mi corazón muere de amor cada vez que lo veo, cuando estoy cerca y siento su piel. Estoy tan enamorada de él. Me quedaría toda la noche con él, todas las noches de mi vida.
Salto un poco cuando escucho un trueno y escucho una risa.
–¿De qué te ríes? –Lo miro molesta. –No es gracioso.
Besa mi mejilla y toma mi mano.
–Eres demasiado adorable. –Sonríe y me besa.
Me abraza con fuerza y sonrió al sentir su calidez. La lluvia es muy fuerte y se escuchan los relámpagos.
–No te preocupes por la lluvia mi amor. –Acaricia mi mejilla. –Te amo.
Beso de nuevo sus labios y Rafael acaricia con suavidad mi espalda. Me encanta tanto cuando me dice que me ama, mi corazón no puede dejar de saltar y emocionarme.
–Yo también te amo.
Juega con mi nariz y se acuesta encima mío, es tan fascinante poder sentir su peso sobre el mío, cuando hacemos el amor y nuestras almas se juntan. Esto es vida, con el solamente puedo sentir que mi vida vale la pena. Junta su frente con la mía y sonreímos mientras nos miramos. Acaricia mi cabello y besa cada parte de mi rostro y baja hacia mi cuello.
–Eres tan hermosa. –Murmura mientras besa mi cuello. –No puedo dejar de decirlo, ni dejar de mirarte.
Sonrió un poco y suspiro al sentir su aliento haciendo cosquillas sobre mi piel.
–No quiero que te detengas. –Digo feliz.
Me abraza con fuerza y empieza a hacerme cosquillas, no puedo parar de reír y lo empujo para ponerme encima de Rafael. Nos besamos con desesperación y me separo un poco.
–Eres tan malo. –Sonrio descaradamente.
Se sienta y me abraza con fuerza, sin dejar de besarme".
Sonrio mientras el recuerdo no deja mi cabeza hasta que reacciono cuando escucho un golpe en la puerta.
–¿Estas bien, amor?
Suspiro y llevo mi cabello hacia atrás, vuelvo a la realidad y trago saliva.
–Estoy bien Eduardo. –Digo con seriedad.
Eduardo deja de hacerme preguntas y me siento más tranquila. Me limpio y me pongo de pie, salgo y la habitación esta apagada. Me acuesto de lado, dándole la espalda.
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Obsesion
Romance"Amarte es mi pecado" Ella prometió no volver a caer ante el hombre que la abandono pero la atracción y el amor que hay entre ellos es demasiado grande para poder resistir.