La Primera Semana

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Olcroft salió con sus maletas de la base de la policía miltar en la que casi no había nadie.

Entró a una carrosa y esta avanzó de inmediato.

Dentro de esta, la mujer de piel morena lo esperaba con el semblante serio.

Vestía con un uniforme de general blanco con rojo y miró al rubio durante unos segundos.

-Tus agentes- habló -¿Lo consiguieron?-

Olcroft la miró con una sonrisa y metió una mano al bolsillo de su saco, para sacar un tuvo de ensallo, sellado con tapa.

Su contenido era rojo y algo espeso, se lo entregó a la mujer y esta lo recibió para examinarlo y luego sonrió satisfecha.

-La sangre de Daira Earhart- anunció. -Con esto será suficiente-

Olcroft asintió y volvió a mirar por la ventana mientras salían de Sina hacia la ciudad subterránea.

***

Durante la primera semana, en la que tanto Eren como Daira aún dormían, varios sucesos tuvieron lugar.

El comandante Erwin estuvo a punto de ser encarcelado, pero luego del show en Sina, Zackly decidió darle una segunda oportunidad y solo darle un ultimatum.

Erwin había dicho en juicio, que sin Daira no iban a llegar lejos, y sin Eren, jamás conseguirían la victoria.

Ahora, a pesar de la tensión, la Legión volvió a la calma momentánea, en la que el capitán Levi a menudo insistía en visitar la habitación de Daira, en donde preguntaba por el estado y avanse de su salud antes de volver a su rutina.

Mike acompañaba a Hanji de vez en cuando para realizarle ciertos cuidados a Daira, como limpiar sus heridas o cambiar vendajes de su cabeza y brazos. Pero durante una semana entera, no hubo respuesta.

Erwin miraba la medalla de la agente, sentado frente a su escritorio, giraba el objeto en su mano. Pensativo.

Los daños en Sina habían sido devastadores, pero la gente había salido a salvo gracias al trabajo de su agente, pero aquella última explosión tenía a todos preocupados.

Varios toques a la puerta lo hicieron salir de sus pensamientos, alzando la vista y guardando la medalla en uno de sus bolsillos antes de hablar.
-Adelante-

La puerta se abrió dejando ver a Petra Ral, que entraba unos pasos y hacía el saludo militar.
-Buenas tardes señor, la Mayor Hanji me ha enviado a notificarle que Eren Jaeger ya despertó, y está en excelente estado-

Erwin asintió satisfecho.
-Iré a hablar con él en un momento, ¿de la agente saben algo?-

Petra negó con algo de pena.
-No señor-

Erwin asintió de nuevo y Petra procedió a irse cerrando la puerta tras de sí.

Una hora después, Erwin ya había hablado con Eren y Hanji acerca de su salud actual, y ahora guiaba a Eren al comedor, pues este se encontraba muy hambriento.

-¿...y no hay forma de destruir la crisálida, señor?- preguntó Eren al rubio pero Erwin negó.

-Ninguna que hayamos conseguido con éxito-

Eren arrugó su ceño después de mirar a otro lado. -Comandante...-
Ambos se miraron.
-¿Las murallas están hechas de titanes?-

Hanji le había dado un resumen de todo lo ocurrido en la semana que durmió, comenzando con el medio rostro dentro de la muralla en Sina que tuvieron que tapar ante la advertencia del pastor Nick a partir del cual se enteraron que los miembros del culto, no solo guardaban secretos del origen de las murallas, sino que también ahí había (antes) infiltrados de la MRB, que parecía ser mucho más peligrosa de lo que se creyó en un principio.

-¿Es de donde viene la agente Daira?- preguntó Eren.

-Así es, ahí la crearon- asintió Erwin, seriamente. -Ellos la controlaban con una máquina diminuta que la obligaba a obedecer y le impedía tener sentimientos-

Eren abrió los ojos con sorpresa y miró al frente de nuevo.
-¿El generalísimo no quiso matarla?-

Erwin asintió una vez.
-Claro que quiso, pero su lealtad a la humanidad fue lo que demostró la inocencia de Daira, cuando peleó en Sina y ganó junto a ti-

El comandante se saltó la parte en la que se especificaba que el descubrimiento de la agente 13 ponía en riesgo su propia vida ante el gobierno del Rey. Pero no se preocupaba de eso ahora, sino de la salud de la misma mujer cuya ausencia ponía en riesgo toda planeación del comandante.

Eren comió todo lo que quiso en el comedor, mientras sus amigos eran avisados de su estado, llegaron para acompañarlo y charlar con él mientras Erwin se retiraba de ahí para volver a su oficina, pero en el camino pudo ver a Levi salir de la habitación de Daira y cerrando la puerta con cuidado.

El pelinegro miró al comandante y luego apretó la mandibula, claramente incómodo.

Erwin sonrió.
-Oye, hay algo que nunca te aclaré- hizo una pausa en la que Levi lo miró a los ojos.
-Esas veces en las que encontraste a la agente muy cerca de mi, o en alguna situación que se pudiera malinterpretar- ladeo la cabeza y se tocó el cuello con algo de pena. -Créeme que jamás fue por la razón que pudieras llegar a creer, aquella vez dentro de la habitación de escobas, luego del juicio de Eren, yo la metí ahí para hablar sin que nadie nos viera, pues teníamos que comprobar lo que sus poderes eran capaces de hacer-

Levi abrió los ojos sorprendido, pero esto apenas se notó, así que Erwin continuó hablando.

-Y cuando ella entraba por largos periodos a mi oficina, era para charlar acerca de sus misiones especiales, ella salía varias veces de la Legión a conseguir información de la MRB, pero le pedía total discreción, por ello no se veía por días enteros-

-¿Y la vez que saliste de su habitación en la mañana, también fue para una misión?- preguntó Levi de mala gana.

Ante ello, Erwin sonrió sin poder evitarlo, al haber notado los celos de Levi y finalmente negó.
-No, Levi, la escuché gritar debido a las pesadillas que sufre al dormir, y aproveché para entregarle el regalo de los soldados, para hacerla sentir mejor... eso fue todo, entre Daira y yo no hay más que una relación de trabajo-

-Tsk...- Levi miró a otro lado -¿Por qué crees que me interesa?-

-Por que lo sé- confesó sin más. -Y me atrevo a decirte que no le veo nada de malo, tal vez tienen más cosas en común de las que te imaginas, o de lo contrario, son el apoyo que necesitan-

-Primero- interrumpió Levi algo sonrojado. -Primero me interesa que despierte, y después me preocupo por lo demás-

Erwin asintió de acuerdo y siguió su camino hacia su oficina, pero antes de entrar le dio una última mirada al capitán que se veía notablemente sonrojado, jamás hubiera creído que presisamente él se sintiera así por alguien, ya que cualquiera argumentaría que Levi Rivaille jamás estaría en una relación.

Apuesto a que la gente que opina eso, vive en un universo en donde Daira Earhart no existe.

D E S C O N T R O L | LevixreaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora