Capítulo 34: Escape y Rescate [2]

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-¡No Daira, espera!- grita Erwin en el aire, volando con su agente a más de cinco metros del suelo

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-¡No Daira, espera!- grita Erwin en el aire, volando con su agente a más de cinco metros del suelo.

Ella lo mira con el celo fruncido.
-Señor, debo usar mis poderes contra el titán acorazado, tal vez..

-No es seguro, debes usar la estrategia, Daria, no sirve de nada ser fuerte como tú si no usas la cabeza- dice Erwin
-Debemos acorralarlos primero. Vuela hacia esa dirección, rodealos de lejos- señala al atardecer, a un sitio en donde habían varios titanes.

-Pero señor...

-Solo tú puedes volar hasta allá en poco tiempo, usa tu poder para eso, no para luchar, no estás en condiciones, y yo tampoco-

Jennell no estaba de acuerdo, ella quería luchar, y abrir las manos de Reiner a la fuerza.
Pero tal vez Erwin tenía razón, no podía exponerse a perder de nuevo sus poderes sin hacer algo de provecho primero

Mente sobre fuerza bruta.
Órdenes son órdenes.

Así que voló al lugar indicado con Erwin junto a ella.
Ella lo envolvía en el aura roja y por eso iban a la par.

Llegaron al sitio indicado en solo unos minutos a un vuelo alto y veloz, hasta que estuvieron frente a los titanes que los miraron de inmediato.

-¡Ordene, comandante!- pide la chica mirando al rubio.

-El plan es que nos sigan, les atrae mucho tu brillo, ¿vez?-

Jennell los mira ponerse de pie y acercarse.
Eran al menos trece titanes de entre 12 a 14 metros.

-¡Oigan idiotas!- gritó Jennell
-¿Les gusta que su comida brille?-

Erwin miró hacia atrás, divisando a lo lejos a Reiner corriendo hacia ellos, de frente.
-Debemos atraerlos a todos, de vuelta, y acorralar a Reiner con ellos-

Jennell lo miró sorprendida.
-Pero nuestros soldados...-

-¡Levi se encargará de que no mueran, haz lo que yo digo, agente!-

Jennell apretó la mandibula con molestia pero finalmente asintió, y cuando tenían a los titanes frente a ellos, la rubia voló de vuelta junto a su comandante.

-Hubiera avanzado un poco antes- se reprocha Jennell al tener que esquivar la enorme mano de un titán.

Estaban demaciado cerca.

-¡Tu sigue!-

La oleada de titanes y los traidores con la legión detrás, se fueron acercando cara a cara a gran velocidad.

-¡Salten!- gritó Erwin a los soldados que estaban sobre Reiner.
-¡Salten, salten ahora!-

Ellos lo miraron con urgencia. La sorpresa no era menos para ver a Erein volando por la Capitana.

-¡Santen ya!- gritó de nuevo al estar cerca.

Los soldados saltaron y Daira voló en picada hacia abajo llevando a Erwin hasta las tropas de la legión.

D E S C O N T R O L | LevixreaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora