Capítulo 36: Un informante de confianza

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Los cuentos de hadas son relatos maravillosos que te llevan a un mundo mágico en donde la esperanza es fácil de mantener

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Los cuentos de hadas son relatos maravillosos que te llevan a un mundo mágico en donde la esperanza es fácil de mantener.

El bueno de la historia, siempre obtiene la victoria, usando su valerocidad y valores morales por lo alto.

Las más peligrosas batallas, se narran con simpleza y brevedad, dejando que solo veas al protagonista siendo un héroe que nos salva a todos.

Todas sus decisiones son correctas.
Su pasado es auténtico.
Su actitud es lideral.
Todo el mundo lo sigue y quiere ser como él.

Por que él es el... héroe.

La vida real, tiene tantos matices y detalles que cambian tu vida en solo un segundo.

No hay héroes, solo personas con buenas intenciones, o deudas muy grandes.

Las batallas no son emocionantes, son experiencias traumantes.

Pero... la gracia de la vida real es que de vez en cuando, te da momentos hermosos, sacados de una novela ficticia.

En la batalla.
Me sentía libre, luchando codo a codo con las personas que me dieron una segunda oportunidad.

De verdad sentía que tenía alas.
Enormes alas blancas que salían desde los homoplatos hasta el final de mi espalda. Extendidas e invencibles.

Yo era el héroe de la novela. Yo cambiaba la historia de horror por una de esperanza.

Pero la vida real juega contigo, como una niña con un gato.
Burla tus sentidos, le hace gracia que persigas desesperadamente un fin para luego moverlo de nuevo.

Así es la vida real.
Así funciona.

Ver a tantas personas morir, sin que yo pudiera hacer nada, me hizo sentir inútil.
¿De que sirvió la simbiosis?

A pesar de haber mantenido a todos con vida con la ayuda de Levi.
Al final, no pude salvar a nadie.

Eramos menos de la mitad.
Cabalgando con la mirada abajo. Heridas en todo el cuerpo.
Un silencio frío.

Yo cabalgaba sin cesar, ni mirar al frente.
El dolor en mis costillas era tal que el frío solo lo hacía peor al punto de no poder enderezar la colunma sin sentir que me desmayaría.

La culpa es una palabra tan... agotadora

En las primeras semanas, con la posibilidad de que la Muralla Rose cayera, la población fue evacuada a la ciudad subterránea de la muralla Sina por lo que la escases de alimentos no tardó en hacerse notar.

El diagnóstigo esperaba empezar a lidiar con robos y asesinatos.

Para evitar todo esto, apenas terminó esa semana, la Muralla Rose se declaró zona segura, y las personas pudieron volver a su hogar... quienes aún tenían uno.

D E S C O N T R O L | LevixreaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora