Capítulo 26: Lo que no me mata, solo me hace más fuerte

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Horas antes

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Horas antes.

El escuadrón de Mike cuidaba de los reclutas.

Estaban cabalgando en busca de un sitio seguro donde pasar la noche, luego de confirmar que no se había encontrado ningúna brecha en la muralla.

Reiner apaciguó el andar de su caballo para atrasarse junto a su compañero Berthorld, un castaño larguilucho.

-Tiene que ser hoy- habla por lo bajo.
-Si vienen por nosotros hoy, nos llevamos a Eren-

Berthold lo mira abriendo los ojos con sorpresa.
-No es seguro-

-Ya no podemos esperar más- argumenta Reiner mirandolo con fastisidio.

-Si vienen con Eren, traerán a la agente y no tendremos oportunidad-

-He estado pensando mucho en la agente- asiente Reiner.
-La he seguido a travéz de el poco tiempo que la pasa en el castillo, y entré a la habitación de la subcomandanta Hanji-

-¿Que hiciste que?- gritó en susurro el contrario.
-¿Estás enfermo o algo, qué hiciste ahí dentro?-

-Conseguí nuestro boleto de salida- mete su mano derecha al bosillo y saca el chip inibidor.
-Si controlamos a la agente, haré que nos ayude-

Berthold puso su mejor cara de nervios y tragó
-Si esto funciona, es irnos para siempre... y Annie-

-¡Volveremos por ella!- susurra en exclamación el rubio -Pero por ahora, es nuestro plan A, si la legión viene a salvarnos, nos llevamos a Eren y controlaremos a la agente, pero si no, solo esperamos a que todos aquí mueran y nos vamos como titanes, hacemos otra brecha y volvemos por Annie después-

-Si, ese plan es más realista, de acuerdo-

De vuelta al presente.

Titan Ymir se balanceaba de titán a titán mordiendo sus nucas, y usando la torre como soporte.

Pero cayó cuando en medio de un salto, uno tomó su pie y lo jaló para morderlo.

Jennell se alzó en vuelo para ir hacia ella.
Después de todo ya solo quedan cinco.

Apenas aterrizó sobre unos de los enormes cuerpos caídos frente a Ymir, dirigió sus cuchillas al titán que la sostenía, liberandola tras matarlo.

Ymir calló en sus cuatro patas y miró a Jennell con su feroz expresión.

La contraria sonríe, pero este amable gesto desaparece en cuanto la tierra vuelve a temblar.

Miraron al frente, para divizar diez titanes más, saliendo del bosque cercano y dirigiendose a ellas.

Jennel resopló.
Tenía que usar sus poderes, sí, o sí, de lo contrario todos morirían.

-Vamos, hay una deuda que saldar-

D E S C O N T R O L | LevixreaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora