Capítulo 38: Bala o Trato

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El dulce dulce amanecer

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El dulce dulce amanecer.

El sol saliendo lento.

La brisa mañanera viajando a travéz de las cortinas.

Los parajitos cantanto.

Los disparos haciendo fuertes estruendos.

Todo es... ¿Espera, disparos?

Daira y Levi se sentaron en la cama al oír un disparo.

Había sido de afuera y alertó a todos en la legión.

Estaban despeinados y desnudos, aún así tardaron solo dos minutos en salir vestidos y presentables.
Que rapidez.

Salieron en sus uniformes a paso veloz y bajando las escaleras.
A su vez, las habitaciones también se abrian dejando ver a los soldados asomarse al no saber lo que pasaba.

Bajaron las escaleras encontrando a Hanji con un revolver apuntando en dirección a la puerta principal, con un rostro nervioso.

-¡Hanji!- dice Daira al verla pero Levi la detiene al ver a Erwin sujetado por un rostro familiar.

-¿Kenny?- preguntó con el rostro en shock.

Así es, Kenny tenía a Erwin como rehén, apuntanto su revolver a la cabeza del rubio, mientras lo tomaba del cuello.

Daira se detuvo en seco y se concentró.
Siempre lo hacía ante un peligro tan delicado como este.
Debía escanear el entorno.
Fue como si el tiempo de detuviera y todo a su alrededor se parara para que ella lo pudiera analizar.

Primero, Hanji estaba temblando al sostener el revolver hacia enfrente.
Claramente no tiene experiencia matando personas, y teme por la vida del comandante.

Su coleta de caballo tiene unos mechones sueltos hacia arriba.
Había pelado tambien.

Su labio exterior estaba roto. Eso confirma que hubo enfrentación.
Espera, Hanji no solo sostiene un revolver, hay algo metalico y pequeño en su mano. ¿Qué es?

Al frente, pudo ver a Erwin. No tuvo tiempo de nada.
Estaba con la misma ropa de ayer, despeinado y tenía un moretón en la mejilla.
Tal vez el hombre entró a su habitación cuando estaba dormido, y lo sacó a la fuerza golpeandolo cuando el rubio se quiso defender.

Quien apunta al comandante, estaba en perfectas condiciones. La mano que sostenía el revolver no temblaba.
Su agarre era fuerte.
Nada en él estaba desaliñado, lo cual no es buena señal, pues si comparas los daños de Hanji y Erwin, significa que este hombre es realmente bueno peleando y tiene experiencia en estos delitos.

Levi lo llamó Kenny.
Tal vez es el hombre del que le había contado antes.

-¡Lanza el chip, y no mataré a tu comandante!- grita Kenny
-Es simple, a la mínima disparo-

D E S C O N T R O L | LevixreaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora