Capítulo 43: Era él

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Levi soltó todo el aire de sus pulmones, con los ojos bien abiertos mirando aquel rostro conocido

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Levi soltó todo el aire de sus pulmones, con los ojos bien abiertos mirando aquel rostro conocido.

Todo fue muy lento, y bajó la guardia.

El ruido de los caballos y algunos equipos de maniobras se acercaron con velocidad.

Pronto fueron rodeados por la policía militar, al mando del comandante Nile, que ordenaba a todos que les apuntaran.

Kenny, Levi y Daira subieron las manos tras la orden, pero cuando buscaron a Mike, ya no había ni rastro de él.

-¿Me quiere alguien explicar que cojones pasó aquí?- grita Nile acercandose al trío.
-Hay un caos en toda la ciudad, civiles muertos y ustedes aquí en medio-

-Hubo un ataque, cerdo idiota- responde el capitán Levi bajando las manos.
-¿Tú dónde estabas, no es tu trabajo cuidar la ciudad?-

-¡No estás en posición de hablarme así, imbécil, te acusaré por cargos de terrorismo!- grita Nile apuntandole con su escopeta.
-A tí y a tus dos amigos raritos-

Daira y Kenny se miraron, claramente ofendidos.

***

Pasaron cuatro horas encerrados en la prisión subterránea de las instalaciones de la policía militar.

El mismo lugar que donde habían encerrado a Eren el día de su juicio.

Cada uno en una celda hasta que escucharon varios pasos acercarse.

La primera en ver a las personas llegar fue Daira, que tenía cadenas sujetando sus manos.

Obviamente podía librarse facil de ellas, pero era mejor esperar a sus superiores.

Alzó la vista, estaba sentada en la esquina con un rostro cansado de la pelea anterior y vió a Hanji junto a otros soldados de la policía militar que abrieron las rejas de dos celdas: la primera y la última.

-Venimos en cuanto recibimos el mensaje- dice Hanji dando unos pasos hacia atrás para dejar salir a Daira.

Ella giró a su derecha, viendo a Levi a quien le quitaban las esposas.

-Lamento el retraso- Hanji pone una mano sobre el hombro de Daira haciendo que la miren.

-¿Que va a pasar con él?- señala Levi a la celda de en medio donde estaba Kenny.

-Es un criminal, será procesado y trasladado a una prisión de alta seguridad, aquí en Sina- responde uno de los soldados.

-Lo necesitamos, su testimonio es importante- alega.

-Capitán, ya podrá pedir lo que quiera cuando esté con su comandante, ahora cierre la boca-

Levi lo miró con odio.
Aún tenía esa mancha de sangre (ahora seca) que nacía en su cuero cabelludo y bajaba por su ojo derecho hasta su barbilla.

D E S C O N T R O L | LevixreaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora