-SEGUNDA PARTE- Saga CONTROL
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Levi se encuentra a total merced de sus sentimientos, de rodillas frente a lo que le dice su corazón, hacia Daira Earthart (La agente 13)
Pero nada parece ir así de bien al r...
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Daira por su lado no estaba mejor: Al despertar el primer rostro que vio fue el de Mike, quien ponía alcohol sobre un algohodón y se lo pasaba a la segunda persona que pudo ver, Hanji.
Un ardor agudo advirtió su abdomen haciéndola jadear ligeramente.
Los dos capitanes la miraron de inmediato mientras ella se acostumbraba poco a poco a la luz.
-¿Daira?- preguntó Mike acercándose a ella.
-Dale espacio- ordenó Hanji. -Tranquila, amiga, estás bien y a salvo, ¿puedes oírme bien?-
Daira movió su cabeza de un lado a otro hasta mover sus brazos, sus piernas, como si quiera comprobar que estaba completa. -¿Hanji?-
-Sí- sonrió la castaña. -Tómate tu tiempo, no te fuerzes-
Daira respiró hondo sintiendo que el oxígeno llenaba sus pulmones hasta el tope y eso le dió un poco más de energía. -¿Mike?-
El castaño narizón sonrió acariciando su cabello y asintió. -¿Qué tal, estrellita?-
Luego de un segundo, la sensación de espavilación terminó, devolviéndole a Daira sus 5 sentidos. Con cuidado la sentaron sobre la cama y pudo ver todos los vendajes en su cuerpo.
-Parezco momia- se quejó haciendo reír a sus acompañantes.
Hanji abrió los ojos. -¡Ah, sé quién se muere por verte, voy y vengo!- se reincorporó para salir corriendo de ahí, y mientras tanto, Mike se ofrecía a ayudarla a ponerse de pie.
Daira se sostuvo de su cuello y luego de sus brazos, pues el condenado era demasiado alto para ella. -Gracias-
Una vez de pie, la puerta frente a ella volvió a abrirse, mostrando unos ojos que destellaban sorpresa a pesar de lo poco expresivo que era el dueño de esos irises grises: el capitán Levi.
Ella se sintió tan alagada de que fuera él, el que "se moría por verla" como dijo la Mayor Hanji. -¿Qué tal capitán?- preguntó mostrando una sonrisa.
Levi pareció tardar en responder, pues estaba ocupado mirándola de arriba a abajo, notando lo herida que estaba.
Hanji quitó su vendaje y estuvo por explicar algo que Daira no escucho por estar viendo al hombre frente a ella. Cuando este se acercó y puso una mano sobre su cintura, y luego la rodeó con el brazo para sostenerla en lugar de Mike.
Ordenó a los otros dos que avisaran a Erwin, y Daira simplemente estaba muriendo por dentro, perdida en los ojos del contrario, como si él tratara de hipnotizarla a propósito, estaban cerca y de pronto una mano se posó en su mejilla, sonrojándola.
Hablaron un poco antes de que ella por fin se metiera al baño para darse una ducha.
El cuerpo le reclamaba cada movimiento brusco, pero era soportable. Se duchó y vistió en menos de cinco minutos y salió mientras secaba su largo cabello.
