Capítulo 11: Entrenando al mocoso

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-Levántate- ordenó Daira

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-Levántate- ordenó Daira. -golpéame-

Eren se puso de pie y vió a la capitana que lo miraba como si lo estudiara, como si viera a un simple insecto inferior, lo que incomodó a Eren por lo que volvió a dirigir su puño a ella, pero Daira lo tomó y jaló hacia atrás y Eren cayó, esta vez dando una vuelta.

-¿Sabes cuál es el problema?- le preguntó Daira sin girarse a verlo.
-Llevas tus puños hacia enfrente sin dar el golpe todavía, pareces un bebé que quiere que su mamá lo cargue, en vez de un atacante-

Eren se puso de pie de nuevo y miró a la capitana mientras ella se giraba hacia su direción.

-Así- le mostró con el ejemplo haciendo puños y llevando sus codos hacia atrás.
-Acércate con tus piernas y el torax, y cuando tengas un ángulo, disparas el puño, NO antes-

Eren la imitó y se acercó a Daira, pero ella le dio un zape en la frente.
-¡Ah!- se quejó él.

-Sube la guardia, tonto- le recuerdó la capitana.

Eren la subió y Daira le picó el estómago con el dedo índice.
-¡Ah!-

-Baja la guardia, tonto- ordenó Daira.

-¿Cómo? ¿Subo o bajo?- preguntó Eren desesperado. De pronto Daira le dio un zape y le picó el estómago a la vez.

-¡Ambas!- respondió ella.

Jean comenzó a reírse junto a sus compañeros, a lo que Levi los miró serio y con advertencia, a lo que todos callaron de inmediato.

Daira se puso a un lado de Eren e imitó la pose.
-Ojos al frente, no trates de pelear como los profecionales sin serlo, no puedes predecir golpes, ni regresarlos, ni reaccionar a tiempo, ni siquiera sabes defenderte-. Tomó las brazos del niño y las puso en la posición correcta. -Disparar un golpe perfecto es como lanzar una flecha con un arco- explicó Daira. -La mira está en el costado de tu muñeca alzada frente a ti, ¿lo vez?-

Eren se fijó justo en ese lugar y vio cómo la imagen frente a sus ojos se enfocaba justo al frente, como si se concentrara en un punto fijo frente a él.

-Sí, lo veo- aseguró el castaño.

-Bueno, para mover la mira mueves el arco, no la muñeca, ni los ojos, EL ARCO- recalcó, -y el arco es tu tórax, si te inclinas hacia un lado o al otro no debes mover tu defenza, como ajustar la mira-

La metáfora de Daira era excelente, estaba claro que era distinto a lo que todos sabían de combate en la Legión, lo cual era obvio, pues el entrenamiento de Daira y su estilo de lucha, también eran diferentes.

Eren ladeó la cintura hacia abajo a la derecha, sin mover sus ojos del costado de su muñeca derecha, y sin mover la defenza.

Era como ajustar un arma, como cazar con el cuerpo.

D E S C O N T R O L | LevixreaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora