D E S C O N T R O L | Levixreader

Capítulo 29: Tensión

Azotando su puño contra la muralla, Hanji cerró los ojos por inercia y luego comenzó a caer.

Reiner había arrancado las cuerdas de los ganchos y ahora ambas caían.

Sin ganchos, era imposible sostenerse.

Pronto el equipo de maniobras del joven soldado Armin, resonó al rescate. Alcanzó a sostener la mano de la subcomandante pero Jennell cayó.

-¡No!- gritó ella, cuando vió a Reiner atrapar a la rubia en su palma y alejarse.

Ambos subieron y Eren ya estaba de pie y consciente otra vez.

-¡Traidores, los mataré!- el ojiazul, ignorando una vez más los gritos en negativa de todos, saltó de la muralla y mordió su mano, transformándose en titán bajo el ponente rayo dorado.

Entre el humo y la inmensidad del estruendo, Eren Titan estaba frente al titán acorazado con una mirada llena de odio.

Arriba en la muralla, el titán colosal abrió los ojos y comenzó a mover su larga mano hacia los soldados.

Armin y Hanji, que apenas estaban subiendo, tuvieron que volver a lanzarse para evitar ser aplastados.

El resto de los soldados hicieron lo mismo, entre ellos, Mikasa, que tenía un rostro especialmente afligido.

"Maldita sea, debí haberlos matado yo misma" pensó.
"Debí ayudar a la capitana y cuidar de Eren en equipo en vez de dejarla sola" Mikasa estaba molesta consigo misma por lo que sucedía. Aprendiendo que las oportunidades vienen sin que las veas y se van muy rápido. No puede volver atrás, solo puede seguir luchando.

-¡Líder de escuadrón Hanji!- habló un soldado que cargaba algo en sus manos, mientras se paraba sobre la pared exterior de la muralla, junto a Armin, que sostenía a la castaña de los brazos.
-¡Tome esto!-

Le entregó ganchos para su equipo, así Hanji podría usarlo de nuevo.
Los colocó y se enganchó a la muralla liberando al rubio de su peso.

-¡Tiene a alguien!- señaló Armin hacia arriba.

El titán colosal tenía dos cuerpos en mano, y uno de esos era el de Ymir.
Lentamente subió sus brazos y abrió la boca, para meter los cuerpos a ella y cerrarla.

-¡Los devoró!- 

-No puede ser...- susurra Crysta con los ojos bien abiertos. Las lágrimas se acumulaban en ellos.

-¡Atención escuadrones, ataquen a matar!- ordenó Hanji a la vez que volvía a la cima de la muralla, seguida de todos los soldados equipados.

Los ganchos salieron disparados, alzando a sus portadores y dirigiéndolos a la batalla.
Colosal alzó su brazo y dirigió su puño hacia ellos, pero incluso dando en el punto exacto, era muy fácil para los demás esquivarlo.

El titán lanzó sus puños a diestra y siniestra, pero era demaciado lento para los demás, quienes ya se acercaban a su nuca en vuelo directo.

Berthold sintió el peligro y de la nada, dejó salir de su cuerpo vapor caliente en grandes cantitades que lanzó a todos de vuelta al pundo de donde despegaron.

-¡Mi mano!- se quejó uno de rodillas, mirando su piel quemada mientras temblaba por el agudo dolor.

Hanji rodó por el suelo antes de ponerse de pié y mirar a los demás, asegurandose de que todos estuvieran con vida.

Armin se acercó unos pasos y lanzó su gancho, pero este se desvió por el vapor y volvió al equipo.
-No podemos acercarnos- 

-La capitana Jennell lo hubiera hecho- se lamenta un soldado de atrás. 

-Eren se va a encargar de traerla de vuelta- responde Mikasa.
-¿Qué hacemos ahora?-

-Claramente no podemos hacer nada más que esperar- responde Hanji con un tono muy serio.
Se notaba que por dentro moría por lanzarse a por su amiga Jennell, pero el deber era quedarse y liderar.
-Reclutas, encárguense de los heridos, el resto siganme- 

Abajo, del otro lado de la muralla, Eren Tiran recibía un gran golpe en la quijada que lo mandó metros atrás rodando en el suelo.
Su peso hacía todo temblar.

Reiner lo miró fijamente antes de enderezar su espalda y subir la guardia. Aún tenía a Jennell dentro de uno de sus puños.
Eren quedó boca arriba, con el humo saliendo de un gran agujero en su mejilla.

"Maldito... desgraciado" pensaba Eren desde el interior de su nuca. "Y hablabas de honor... de compromiso..." rabiaba "Siempre te contenías en los entrenamientos, pero eres muy fuerte" pronto recordó la visión que tenía de Reiner, en todo el tiempo que creyó conocerlo.
"Eras un soldado modelo, siempre analizabas la situación con calma y pensabas primero en tus compañeros... yo no puedo luchar como tú"

Reiner caminó hacia Eren, cuando Mikasa apareció de la nada pasando de largo luego de usar sus cuchillas contra la nuca del titán en pié.

Estas se rompieron en fragmentos.

"¡No le hago nada!" pensó ella mientras seguía en el aire.
"Tampoco Eren al golpearlo le causó daño"
Se dirigió de vuelta y bajó la altura para atacar la contra parte de las rodillas, pero solo tuvo el mismo resultado.
"A diferencia de Annie, él tiene todo el cuerpo duro, no puede ser, no puedo hacer nada"
-¡Eren!-

El nombrado cerró los ojos.
-Oi, Eren- era la voz de Jennell. Estaba de vuelta en el campo de entrenamiento del castillo de la legión.
El capitán Levi había perdido la paciencia y ahora ella se acercaba a él.
-No puedes tratar de pelear como los profesionales por que no lo eres-

Ella le mostró la guardia que él debía usar y se acercó.
-Ese ángulo en el límite de tu muñeca frente a ti es tu mira, y el resto de tu cuerpo es el arco-

-Mueve el arco, no la mira-

-Tu puño debe hacer un viaje recto a tu contrincante, te ahorrará tiempo-

-Si eres rápido, golpeas dos veces-

Eren abrió los ojos. Su cuerpo estaba renovado, ya no había vapor saliendo de él. 
-Oi Reiner- ... -Ustedes causaron demasiado daño, hicieron algo imperdonable y tal vez sean los peores de toda la historia de la humanidad- recordó todo lo ocurrido aquel adía hace años.
-Ahora hay un poder mayor- se refería a Jennell. Recordando cómo luchaba, cómo volaba y usaba su poder para el bien de la humanidad.
-Pero debo ser yo el que los elimine-

Eren comenzó a levantarse llamando la atención de Mikasa y Reiner.

-Ya no puedes permanecer en este mundo- alzó la vista.
-Me das asco, fingiendo ser un héroe- 

Era impresionante la forma en la que el titán de Eren parecía adquirir fuerza extra y mayor habilidad, de la ira.
-¡Maldito!- soltó un gran rugido que asombró por completo a la pelinegra, que supo que era mejor salir de ahí.

Eren devolvió el golpe de forma recta pero Reiner volvió a mandarlo lejos de un solo golpe.

-No tiene oportunidad- negó Hanji.
-Debe venir-

Armin bajó un poco y comenzó a gritar.
-¡Eren, no lo enfrentes, vuelve aquí!-

Pero a pesar de haber escuchado, Eren decidió ignorar y mientras se ponía de pie alzó la mira.
"Usa el arco, usa el arco" pensó. "De todos modos no puedes estar peor" en realidad se lo decía a sí mismo.
"Usa el arco"

Reiner lanzó otro golpe pero Eren logró enfocar su mira y agacharse a tiempo. Se acercó un paso para poner un brazo en el cuello del contrario y taclear hacia el suelo.

Ambos cayeron, pero Reiner recibió todo el daño.