Marketing (Adaptación Caché G!p)-Terminada

Capítulo 8

POCHÉ POV

Me quedé sin reacción viendo a Daniela mirando mi boca como si estuviera muriendo hambre. Ella realmente parecía querer hacerlo. Todo mi cuerpo tembló cuando Daniela se lamió los labios de una manera sexy mojando el lugar. La miré boquiabierta y Calle sonrió maliciosamente. Ya habíamos olvidado dónde estábamos, de las personas a nuestro alrededor.

Dejé de escuchar los gritos de las personas cuando sentí las manos de Calle posándose en mi nuca. Estaba un poco mareada, mirando a Calle con los ojos muy abiertos mientras ella se acercaba más y más a mí. Me quedé sin reacción completamente hipnotizada por sus ojos mirando fijamente los míos. Calle finalmente tocó mis labios con los suyos. Ella pegó su boca a la mía con un poco de brutalidad, pero no sentí dolor porque no podía reaccionar ante su actitud. Ella me agarró la cara un poco desesperada tratando de encontrar espacio para un beso de verdad, pero yo estaba en estado de shock, entonces ella se apartó.

—¿Ya te dijeron que para besar tienes que abrir la boca... O más bien, retribuir? — Preguntó aún muy cerca y sin aliento. Asentí con los ojos ensanchados, incapaz de moverme correctamente.

Calle agarró mis mejillas de nuevo aún con más brutalidad y esta vez sentí un shock recorrer todo mi cuerpo por el contacto. Ella me besaba con mucha fuerza, acercándome a ella cada vez más. Finalmente logré mover mi boca y Calle se calmó viendo que había salido del estado de shock. Sostuve su cara y profundicé el beso aún más. A medida que me acostumbraba a los movimientos de sus labios en los míos y el encaje que hacía su lengua en la mía, más rendida me sentía. Las manos de Calle bajaron a mi culo y apretó con fuerza pegando nuestros cuerpos y terminando con cualquier espacio existente. Sentí algo duro presionando mi vientre, mi cuerpo llegó a estremecerse por completo. Me presioné contra el gran bulto en los pantalones de Calle y la sentí suspirar. Lo estaba sintiendo. Era delicioso.

Rompió el beso y me miró fijamente a los ojos. Sus ojos estaban oscuros y su respiración jadeante. Sentí que mis labios hormigueaban con la intensidad que ella había puesto en ese beso y el lugar entre mis piernas vibraba queriendo atención. ¿Qué me estaba pasando? Siempre lo sentía cuando estaba cerca de ella. Calle tenía los labios rojos entreabiertos mirándome aún jadeando por aire.

Nos quedámos allí, mirándonos la una a la otra y solo entonces la realidad volvió y comenzamos a escuchar el griterío que había en el lugar. Calle frunció el ceño y apartó su mirada de la mía. Seguí parada mirándola. Calle me miró de nuevo con una sonrisa perfectamente perfecta en su rostro y solo entonces volví a la realidad y vi que no estaba soñando, realmente sucedió. Había besado a una persona, y la persona era ella, realmente había besado a Daniela y fue ella la que se ofreció dándome un beso perfecto. ¿Cómo era posible?

—¿Estás bien? — Ella preguntó.

—Me dejaste... débil — Dije con la voz temblorosa, y ella sonrió al ver que aún no me había recuperado. No iba a superarlo tan rápido.

—Vamos, salgamos de aquí antes de que alguien se desmaye. Y no estoy hablando de los fans — Dijo llevándome de regreso al camerino.

Volvimos al camerino y Raúl estaba más en shock que yo. Manu estaba seria mirando los miles de videos que todos estaban publicando en internet. No era difícil darse cuenta de que fue un beso verdadero e intenso. Calle y yo habíamos olvidado por completo que estábamos allí lleno de fans a nuestro alrededor. Todavía estaba un poco mareada. No sabía por qué. Calle no dejaba de sonreír y me miraba orgullosa de sí misma por haberme dejado así.

—¿Poché? — Calle me llamó meciéndome.

—¿Qué? — Pregunté en voz baja. Ella siguió mirándome sin decir nada.

—Tu teléfono está sonando — Me avisó extendiéndome el teléfono y lo tomé viendo el nombre "Laura" parpadeando en la pantalla, así que contesté.

—Dime que has besado a alguien antes... — Dijo Laura y Calle me sacó el teléfono poniéndolo en altavoz. —Dime que la idiota de Daniela no fue tu primer beso... — Dijo y Calle puso los ojos en blanco.

—Lo fue — Dije con una pequeña sonrisa y Laura pegó un grito desde otro lado soltando una que otra maldición.

—¡No puedo creerlo, Poché! ¿De verdad estás con ella? ¿Es real? — Preguntó Laura un poco frustrada.

—No estámos juntas de verdad.

—¿Entonces por qué la besaste, Poché? ¿Por qué a ella, amiga? — Preguntó Laura y puse los ojos en blanco. No quería hablar de eso, no delante de Calle.

—¿Puedo llamarte más tarde? — Pregunté. — Calle está aquí — Dije y Calle resopló cruzando los brazos.

—Ah claro. Te llamaré más tarde entonces. Te amo, besos.

—Yo también te amo. Te echo de menos — Dije y Laura se echó a reír.

—Nos vemos esta noche, Poché— Dijo y salté del sofá.

—¿En serio?

—¡Muy en serio! Espérame, besos — Colgó.

—La voz de esa tal Laura es irritante... — Dijo Calle poniendo los ojos en blanco.

—No hables así de ella.

Calle y yo nos quedamos solas allí por un largo rato sin decir nada. Supuse que las dos estábamos pensando lo mismo. Ese beso. Ese beso fue perfecto. No había besado a otras personas, pero lo que había sentido allí fue diferente a todo lo que ya sentí en mi vida. No quería que terminara, la besaría por el resto de mi vida si pudiera.

—¿Te gustó? — Ella preguntó rompiendo el silencio y la miré. — El beso... ¿te gustó?

—Sí — Dije mirando el teléfono.

—¿Solo eso? — Dijo y suspiró mirando su teléfono también.

—¿Qué quieres que diga? ¿No viste cómo me puse? Es una pregunta tonta, ¿no te parece? — Dije y ella sonrió. Ya estaba enamorada de esa sonrisa. Estaba enamorada de muchas cosas de ella, de su sonrisa, de sus ojos avellana, de su beso. Eso era realmente aterrador.

—Ven acá — Calle me tiró del brazo y fruncí el ceño. —Siéntate en mi regazo...

—¿Qué? ¡No! — Exclamé asustada y Calle y hizo fuerza tirándome, haciendo que me sentara en su regazo. No sabía lo que quería, pero me quedé allí solo por curiosidad.

—Besaste muy bien para ser tu primera vez... — Acariciaba mi muslo y cada vez que subía su mano, subía un poco mi vestido. —¿Te gustó?

—Uhum... — Respondí y ella sonrió aún acariciando mi muslo. Estaba empezando a tener calor. No sabía qué era eso.

—¿Sentiste algo diferente? — Calle preguntó y me detuve a pensar. Lo había sentido, pero no sabía si debía decirle. —Sentiste algo... aquí — Subió su mano metiédola dentro de mi vestido. Sentí cuando sus dedos tocaron mi coño por encima de mis bragas. Sentí un shock eléctrico recorriendo todo mi cuerpo, estaba sintiendo esa maldita sensación deliciosa de nuevo.

—Sentí exactamente lo que estoy sintiendo ahora... — Respondí y la miré, sus ojos estaban oscuros de nuevo. ¿Por qué se ponían así cada vez que me tocaba? Sentí sus dedos comenzar a moverse en círculos en mi intimidad sobre mis bragas. Mis dedos se apretaron con fuerza. Sin siquiera notarlo, mis caderas se movían sutilmente con ella.

—¿Te gusta cuando te toco aquí? — Preguntó aumentando la presión de sus dedos en ese lugar y cerré los ojos mordiéndome los labios con fuerza. Asentí rápidamente. Sentía mi coño vibrar. Era una sensación nueva para mí. Lo estaba disfrutando, por eso le estaba dejando que me tocara. —¿Alguien ya te tocó aquí? — Negué con la cabeza.

—Por qué... ¿No puedo tocarte también? — Pregunté con curiosidad. Sentía a Daniela apretándose contra mí y su erección presionando contra mi trasero. Me sentía una pervertida por gustarme.

—¿Dónde quieres tocar? — Calle preguntó, su voz estaba más ronca de lo normal. Me quedé un rato pensando en qué hacer, pero si ella podía tocarme así, yo también podría tocarla.

—Aquí... — Me aparté un poco y toqué su polla por encima de sus pantalones. Calle suspiró ruidosamente y apretó mi coño con fuerza, automáticamente apreté su polla. Yo también quería causar reacciones en ella. No sabía cómo hacerlo, pero pude ver que tocarla allí hacía que jadeara.

—Si aprietas aquí... — Puso su mano sobre la mía y la movió un poco. —Se va a poner duro y va a querer entrar aquí... — Hizo presión en mi coño otra vez, debo haber sido algun tipo de puta en otra vida, porque me estaba moviendo en el regazo de Calle queriendo más contacto. Eso se sentía muy bien, pero estaba yendo demasiado lejos.

—Es mejor... parar... — Hablé con dificultad y Calle sonrió. Sacó su mano de mis bragas y me sentó a su lado haciéndome maldecir mentalmente. A decir verdad, tenía un poco de miedo de que las cosas fueran demasiado lejos, porque yo no tenía experiencia en nada.

—Lástima que vamos a estar tantos días sin vernos — Recordó, y mi pecho se apretó al recordarlo. Mi estómago dio un vuelco al darme cuenta de que ella estaba realmente estaba lamentando no poder verme. La mujer que antes odiaba mi presencia.

—¿Estás admitiendo que me extrañaste? — Pregunté y Calle me miró seria.

—No, claro que no... — Dijo un poco desesperada y me reí. —Quiero decir... No me gusta estar sola y eres agradable. No sé — Seguí mirándola con una pequeña sonrisa en mi rostro. Ella estaba tratando de contener la risa, quería mantener su postura de ruda, pero eso ya no funcionaba conmigo. —Estoy tratando de mantener mi papel de chica ruda, no me molestes, por favor — Dijo, golpeándome con una almohada.

—Si admites que me extrañaste estas semanas, te prometo que me quedaré toda esta semana aquí en New York para que me enseñes la ciudad y me quites la virginidad... — Dije y ella me miró por un rato con los ojos abiertos de par en par, parecía estar pensando en qué decir. —Te daré un tiempo para responder. Hasta después del show de esta noche, ¿de acuerdo? — Pregunté y ella asintió un poco más aliviada. Estaba empezando a poner excusas para tenerla, eso estaba yendo demasiado lejos. Y por increíble que parezca, poco me importaba.