POCHÉ POV
Ya estaba sintiendo mi cuerpo hervir. Había pasado un tiempo desde que Calle y yo tuvimos sexo, estábamos bastantes desesperadas en ese sentido y sabía que ella ya estaba subiendo por las paredes. También extrañaba hacerlo, pero no tenía tantas ganas de hacerlo desde que supe que ella me estaba usando para sus beneficios.
—¿Qué haremos despiertas? — Pregunté.
—Follar. ¿Qué más podemos hacer? — Dijo, empezando a besar mi cuello. Era instantáneo sentir sus labios en mí y que mi cuerpo reaccionara calentándose violentamente.
—No lo sé, ¿hablar? — Sugerí y ella detuvo los besos para mirarme.
— No quiero hablar. Quiero tener sexo, Poch. Estuve mucho tiempo sin eso, me estoy muriendo. — Dijo y puse los ojos en blanco. ¡Cuanto drama!
—Lo siento mucho, pero no va a pasar. — Dije sonriendo tratando de salir de debajo suyo, pero ella me sujetó.
—Vamos, Poch. Yo sé que quieres. — Dijo y tiró de mis bragas con fuerza, rasgándolas. Se levantó y se bajó los pantalones quedando solo con unos bóxers azules.
—Daniela, tienes que dejar de rasgar mis bragas — Ella sonrió.
—Son innecesarias — Dijo, llevó su boca a mi cuello y chupó. Gemí suavemente y cerré los ojos, ya podía sentir mi coño palpitar, pero no cedería ante ella.
—Basta, Daniela— Dije, casi en un gemido.
—Yo sé que quieres, Poch — Susurró en mi oído, masajeando mi pecho sobre el sostén mientras su lengua paseaba por mi cuello. Se estaba frotando contra mí y ya podía sentir su enorme erección contra mi cuerpo.
—Quiero — Dije, agarrando su cabello con fuerza y tirando de ella para que me mirara. —Pero no puedo. — Concluí.
—Por favor, déjame divertir un poco — Deslizó su mano hacia mi entrepierna y frotó con ganas no solo mi clítoris sino toda mi entrada.
—Oh, Dios — Gemí con mi rostro en su cabello y ella ya besaba mi cuello de nuevo. Me detuve a pensar un poco, no quería tener sexo con ella allí, porque al día siguiente Valentina tendría buenas bromas para nosotras. No quería pasar vergüenzas, pero me gustaba excitar a Calle, por más que yo no supiera hacer nada y siempre fuera ella la que hacía todo, pero quería experimentar cosas nuevas. —...
—¿Qué? — Levantó su cara para mirarme.
—Quería... — Me detuve a respirar sintiéndome un poco avergonzada. —Quería experimentar algo...
—¿Experimentar qué? — Me miró expectante, parecía ansiosa por lo que diría.
—Necesito que me enseñes porque nunca he hecho eso... — Traté de explicar y Calle siguió mirándome esperando a que terminara. —Quiero... chupar...
—Ah... — Ella sonrió y miré hacia abajo sintiéndome avergonzada. Por más que ya haya tenido sexo con Calle varias veces, nunca hice eso. Ella nunca lo pidió y tal vez fue porque sabía que me avergonzaría de esa manera. —Está bien... — Me acercó a ella. —Será un placer enseñarte esto... — concluyó y me besó la boca. Sus manos me tiraron rápidamente y quedé acostada sobre ella en la cama, moviéndome impaciente con la intención de excitarla aún más. Calle bajó sus dos manos hasta mi culo y agarró con fuerza mis nalgas moviéndome hacia arriba y hacia abajo frotando su dura polla en mi coño. Eso me estaba dejando completamente excitada. Me encantaba sentir cómo Calle se ponía dura por mí, quería darle más placer.
Me levanté de ella y bajé sus bóxers, Calle se apoyó en sus codos y solo se quedó observándome. Sostuve su miembro con mi mano y comencé a apretarlo ligeramente mientras la miraba esperando por sus instrucciones.
—Joder. Apenas puedo razonar contigo mirándome así. — Dijo y tomó mi mano mostrándome cómo quería que la moviera. —Pasa la lengua en él, pasa — Dijo Calle y lo hice de inmediato, comenzando a lamer de abajo hacia arriba, sin apartar los ojos de ella, porque ya había descubierto que eso la excitaba.
Calle parecía completamente alucinada. Gemía y no quitaba sus ojos de mí ni por un segundo. —Ponlo en tu boca — Dijo y cerré mis labios sobre la cabeza. Mis ojos se encontraron con los de ella y mientras esperaba más instrucciones y Calle echó su cabeza hacia atrás gimiendo. Mi clítoris ya comenzaba a palpitar rogando atención. Ella comenzó a moverse lentamente dentro y fuera de mi boca, repitiendo el acto unas cuantas veces más. —Chúpamela, María José. — Calle gimió y di una larga y fuerte chupada, ganando confianza para subir y bajar chupando su polla con ganas.
—Hmm... — Gemí chupando mientras bajaba mi mano hasta mi clítoris tratando de aliviar el latido entre mis piernas. Me mantuve allí sintiendo que mi cuerpo comenzaba a temblar con cada gemido que Calle soltaba. Calle finalmente se dio cuenta de que me estaba tocando mientras le mamaba. Ella parecía descontrolada ahora. Se arrodilló en la cama y comenzó a masturbarse frente a mí y juro que casi me corrí solo con ver la escena.
Comencé a mover mis dedos más rápido en mi clítoris y mi boca buscó su polla nuevamente. Calle comenzó a follarme la boca rápidamente.
—Ah... Joder. Voy a correrme — Avisó tratando de apartarse pero la seguí con la boca abierta tratando de capturar su polla nuevamente. —Ahhh... — Calle gimió alto y al sentir los chorros de su esperma llenando mi boca, deslicé dos dedos en mi coño metiendo rápido. —Joder, Poché. Eres muy traviesa — Dijo y el simple sonido de su voz hizo que mi vientre se contrajera, me retorcí en la cama sintiendo el orgasmo golpearme violentamente mientras me tragaba todo el esperma de Calle. Estaba sudada y ella también. Eso fue tan excitante que apenas podía razonar. Me levanté de la cama sin decir nada y fui al baño.
Me di una larga ducha y volví a la cama. Calle tenía el cabello mojado y vi que se había duchado en el otro baño. Estaba jugueteando con su teléfono y no apartó la vista de él ni por un segundo. Me acosté a su lado y pude sentir el fuerte aroma de su perfume. Era maravilloso. Quería abrazarla allí mismo y enterrar mi cara en su cuello para olerla por el resto de mi vida. Me asusté cuando se acostó volteándose frente a mí y se quedó mirándome seria.
Estuvimos en silencio, solo mirándonos por un largo tiempo. Calle insistía en mirarme con esos ojos avellana que me debilitaban por completo. Su boca estaba roja y mojada. Tenía unas enormes ganas de probarla, pero no sabía si eso era correcto, porque sabía en qué terminaría. De la nada, llevé mi dedo índice hasta su boca e hice un camino sobre sus labios. Ella los abrió un poco y puse la punta de mi dedo entre sus labios. Eso parecía un acto simple, pero me excitó bastante. Cerró los labios en la punta de mi dedo y gemí suavemente. Sentí su lengua pasear sobre la punta de mi dedo y tuve una gran necesidad de que lo hiciera en otro lugar. Tomó mi mano y metió todo mi dedo en su boca, sacándolo luego. Mis ojos estaban fijos en sus movimientos y sentía mi coño doler de tanta excitación. Calle puso dos dedos esta vez y chupó con fuerza, y gemí alto. Empujé ambos dedos con un poco de brutalidad en su boca y la escuché gemir mientras chupaba deliciosamente. No entendía por qué estaba tan excitada con eso, pero ya estaba toda mojada entre mis piernas. Mi deseo era ponerla a chupar en otro lugar, pero no podía.
—¡Para, por el amor de Dios! — Dije, jadeando y saqué mis dedos que estaban mojados por su saliva.
—Te estaba gustando, ¿eh? — Preguntó con una pequeña sonrisa en su rostro y yo giré los ojos. Me volteé hacia un lado y apagué la luz de la lámpara. Permanecí despierta durante mucho tiempo, fingiendo estar dormida. Sabía que si me quedara despierta no podría resistirme a Calle.
Al día siguiente, Daniela apenas me habló. Pasó el día distante jugando con Britt y hablando de "cosas privadas" con mi madre. Así que me quedé con Valentina. Que me dio buenos consejos que podrían ayudarme a tener a Calle.
—Para empezar, estás haciendo muy bien en no tener sexo con ella. — Dijo Valentina y asentí. —Hazte la difícil para que se vea obligada a tomar una decisión pronto.
—No quería presionarla, pero no se decide con lo que quiere. No sé qué hacer...
—En la fiesta de Kim. — Dijo y fruncí el ceño.
—Bien, ¿qué tengo que hacer en la fiesta de Kim?
—Besar a otra persona frente a ella. Te echaré una mano. Finge que ahora ya no la quieres más, y su relación es solo por contrato, y que estás soltera y puedes estar con quien quieras. Ella no podrá decir nada. — Dijo Valentina y sonreí. ¿Cómo no lo había pensado antes?
—Me encantará provocarla...
—¿No crees que ese vestido es demasiado corto? — Preguntó Calle sentada en la cama mientras yo me maquillaba en el espejo. Yo estaba usando un vestido negro bastante escotado.
—No, me encantó — Dije sin mirarla.
—¿No tienes otro? — Insistió.
—Sí, pero quiero usar este. — Dije y la escuché resoplar. Brittany entró en la habitación corriendo hacia Calle, que ni siquiera se movió. Estaba completamente enojada y no lo ocultaba.
—¿Puedo ir con ustedes? — Preguntó Brittany, sonreí automáticamente al escuchar su aguda voz.
—No. — Dijo Calle secamente y la niña comenzó a llorar. —Otra vez no, lloras por todo, Brittany — Dijo tomando a la niña en su regazo. —Irémos a inyectarnos unas vacunas, ¿quieres ir? — Mintió y la niña negó con la cabeza. —Bien, entonces quédate aquí tranquilita con la tía Marta. — Dijo Calle y la niña salió corriendo de la habitación.
Todas estábamos listas, así que fuimos a esa fiesta. Valentina dijo que solo estarían los amigos más cercanos de Kim y que podríamos llevar a quien quisiéramos. Daniela no dijo nada, y di saltitos fingiendo estar feliz por eso, pero todo era parte del plan. Valentina le pediría a su amigo, Mario, que fingiera estar interesado en mí y él coquetearía conmigo frente a Calle. Agradecí mentalmente después de saber que era gay, así no tendría que estar con él de verdad.
Llegamos al lugar y no estaba muy lleno. Era un club muy grande y la música estaba alta. Entramos y nos sentámos en una mesa Calle, Valentina, Kim y yo. Valentina y Kim no se despegaban ni un segundo y Calle no paraba de beber. Yo ya estaba nerviosa y ansiosa, hasta que vi un chico alto, moreno, con ojos negros acercándose. Paula le dijo algo y él asintió y se sentó a mi lado.
—¿Cómo estás? Soy Mario — Dijo sonriendo y me dio un beso en la mejilla.
—Poché, un placer — Dije sonriéndole. Valentina nos miraba con una sonrisa en su rostro. Yo estaba de espaldas a Calle, así que no sabía cómo estaba. Valentina hizo una señal de "ok" y vi que estaba funcionando.
Hablé unos minutos con el chico sobre nuestro trabajo. Él también era cantante, pero nunca había salido de Brasil. No se contuvo y rió a carcajadas cuando le daba algunos cantos baratos solo para molestar a Calle. Volteé para mirarla y ella estaba seria, cuando su mirada dio con la mía, la apartó rápidamente. Estaba bebiendo más de lo normal.
—Creo que no le está importando mucho — Dijo suavemente en mi oído. —Salgamos de aquí.
—Voy allá atrás, Valentina. No me esperes. — Dije y Valentina se echó a reír. Calle ensanchó los ojos, pero permaneció en su lugar. Me levanté y fui a un lugar vacío con el chico.
—Ahora tenemos que esperar a que ella aparezca. — El se rió, parecía emocionado.
—¿Qué pasa? — Pregunté divertida por su emoción.
—Nunca he hecho esto antes, tengo miedo de que me golpee. — Dijo y sonreí. Me acerqué a él y él me tomó de la cintura.
—Si la ves solo bésame — Dije y él ensanchó los ojos.
—Está allí — Dijo y mi corazón se aceleró. —Nos está vigilando — Sonrió.
—Bien, bésame antes de que se vaya — Dije y él pegó pegó sus labios en los míos. Giré la cabeza algunas veces simulando un beso. Mario sonreía a veces y yo lo pellizcaba. Tomé su mano y la puse en mi culo, él sonrió apretando con fuerza. Permanecimos en esa posición por un tiempo, hasta que sentí una mano tirando de mí y sonreí, ya sabía quién era.
—Suficiente, dale un descanso. Vete de aquí, muchacho... — Dijo Calle y Mario puso cara de sorprendido. Quise reír, pero me contuve.
—Vete, Daniela. — Me acerqué a Mario de nuevo. —Por si no te diste cuenta, estoy ocupada. — Dije y Calle me acercó bruscamente a ella. Parecía enojada.
—Vete, muchacho. ¿Estás sordo? — Gritó pero Mario no se movió de su lugar.
—No me iré, Poché está conmigo — Dijo Mario seriamente intentando tirar de mí, pero Calle me sujetó con fuerza.
—¿Qué haces, Calle? Suéltame — Dije y ella resopló.
—No te dejaré con este niñito, te mereces algo mejor — Dijo y me reí sarcásticamente.
—No quiero saber lo que piensas. No soy tuya — Dije y me acerqué a Mario de nuevo. Ella se quedó parada por un momento, parecía estar pensando qué hacer, hasta que me acercó a ella otra vez, esta vez pegando sus labios en los míos. Me quedé paralizada, mientras Calle forzaba su lengua en mi boca buscando espacio. Agarré su cabello con fuerza y la besé cediendo completamente a sus deseos. Sentí que todo mi cuerpo temblaba y mi corazón latía desenfrenado. Calle me besaba con urgencia, como si nunca más volviera a hacerlo de nuevo. Separó sus labios de los míos y sostuvo mi rostro. Mario estaba parado con una pequeña sonrisa en su rostro.
—Eres mía. ¿Entendido? Nunca vuelvas a hacer eso — Dijo y mis ojos se ensancharon. —Tú eres solo mía. De nadie más.
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Marketing (Adaptación Caché G!p)-Terminada
FanficDaniela Calle: Una actriz que está en la cima de la fama siendo durante años la protagonista de una saga de películas. María José Garzón(Poché): Una cantante recién conocida que está comenzando una carrera. Las dos firman un contrato por un año para...