Capítulo 29

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Lunes.
Por fin había llegado el bendito lunes luego de un aburrido fin de semana, al final no pudieron ir a ningún lado juntos pero estaba feliz porque había comenzado el otoño aunque le preocupaba morir ese día. Sabía de ante mano que lo que estaba a punto de hacer podía provocar su muerte prematura pero debía hacerlo.
Las clases fueron normales, en la clase de arte tenía que trabajar con un compañero así que naturalmente eligió a Alice, llegó el momento de jugarse la vida.
-Tengo que decirte un par de cosas- había colocado sus bancas una enfrente de otra.
-Adelante- sonrió su amiga.
-La primera, y no quiero que grites, estoy oficialmente saliendo con Kirigaya-kun- dijo un poco más bajo para evitar que los demás lo escucharán, la cara de la chica fue un poema, gritó sin sonido y sonrió bastante.
-Es lo mejor que he escuchado en la vida, estoy orgullosa de ti, por fin podré presenciar el amor de chicos desde cerca- se tapó la boca y fingía llorar- Muy orgullosa-
-Ahora, lo siguiente que quería decirte es que quiero que salgas conmigo- 
-De acuerdo, podemos ir a comer ramen, anoche estaba leyendo Naruto y quiero uno de esos- se rió y siguió haciendo la actividad.
-Creo que no me expliqué- la miró decidido captando la atención de ella- Quiero que seas mi novia, Alice- 
-¿¡QUÉEEEEEEEEEEE!?- se levantó de su asiento, toda el aula los miraba.
-No grites- le dio un golpe en la cabeza y pidió disculpas al profesor, luego volvió a sentarse.
-¿Por qué demonios dices algo tan estúpido? Es obvio que la respuesta es no, ¿No acabas de decirme que eres gay por Kazuto? Me repugnas, de esto tiene que enterarse ese pobre chico ¿Es otro experimento? Creí que habías entendido la lección, sabes que, yo misma te romperé el otro brazo- 
-Espera- la detuvo antes de que hiciera un escándalo- Te lo explicaré durante el descanso- 
-No voy a ser la amante en esta relación, no dejarás plantado al pobre Kazuto- le regañó más enojada que antes- Eres escoria, no, eres peor que la escoria- 
-Él fue quien me dijo que no pasaría el descanso conmigo- le explicó- Necesito de ti, por favor-
-Eres un ser despreciable, espero que te pudras en el infierno- 
-¿Eso significa que si escucharás la explicación?- 
-De acuerdo, pero aún así me das asco- se cruzó de brazos y se volteó.
La clase terminó con normalidad y siguieron otras tres, repasaba su discurso: Debía explicarle correctamente a su amiga para que no pensará que era un ser repugnante, tal vez era un cobarde, mentiroso, y bueno para nada; pero ahora que conocía esa cara de su madre no podía hacer otra cosa, sus opciones eran bastante limitadas y todos los caminos apuntaban a que tarde o temprano sería descubierto y los resultados se veían catastróficos y poco esperanzadores.
Suspiró resignado, aún le constaba trabajo entender el razonamiento de su madre pero después de todo estaban en Japón, un país bastante tradicional donde esas cosas no eran bien vistas por la mayoría además su madre había crecido en una familia estricta, todo tenía que salir perfecto o su padre (el abuelo de Eugeo) se enojaba y las castigaba severamente. Aquella mujer había tenido suerte de encontrar un buen esposo con valores y principios pero sobre todo con amor, ella creció viendo el amor entre hombre y mujer, simplemente ver algo diferente la sacaba de su estado natural. Estaba algo preocupado pero no se podía evitar. ¿Qué diría su padre? No hablaba mucho con él porque siempre esta trabajando. ¿Y su hermano? Si tenía amigos con esas preferencias quería decir que lo aceptaba ¿Verdad? O quizá solo los trataba con respeto pero en el fondo los odiaba y por eso pregunto si iban a separarse. 
Hacía mucho tiempo que no hablaba con su hermano, ahora que estaba en la universidad casi no lo veía y las pocas veces que coincidían estaba cansado o tenía mucha tarea, estaba feliz de que su hermano mayor no se fuera a estudiar al centro de Tokio pero se sentía triste de ya no poder disfrutar momentos juntos como antes.
Luego de esa pequeña reflexión llevó a su amiga a las escaleras que solía compartir con el pelinegro, ella se veía molesta y no parecía que fuera a acceder.
-Será mejor que te expliques, rubio teñido- se sentó y apoyó su brazo en su mejilla.
-¿Recuerdas que te dije que mi madre pensaba que tu y yo tendríamos algo?- asintió- Pues quiero hacerle creer que ya estamos en una relación-
-¿Por qué?- 
-Porque ella nunca aprobará mi relación con Kirigaya-kun, y ahora que somos una pareja no quiero que ella se enteré así que serías mi cortina mi humo ante la sociedad y sus ojos, solo hasta que encuentre el momento de decirle la verdad- lo miró con ojos tristes, realmente le pesaba tener que ocultar su amor- Por favor Alice, nunca te he pedido nada y te juro que esta será la última cosa que te pida en mi vida, te necesito- 
-Eres escoria- volvió a decirle- No puedo creerlo, eres un cobarde, ¿Qué crees que pase si Kazuto se da cuenta que me usas como barrera? Ya lo has lastimado bastante, primero habla con él y luego te daré una respuesta- iba a levantarse pero fue detenida.
-No puedo decirle nada, le dije que mi familia no tendría problemas con nuestra relación, si le digo que mentía no confiará en mi nunca más y entonces realmente nunca me perdonaría- se lamentó y suspiró- Soy basura, lo se, pero quiero hacer las cosas bien con Kirigaya-kun, me gusta mucho y no quiero volver a fallarle-
-Si que eres escoria- sacó el aire- No creo poder ayudarte, estas solo con esto- 
-Aquel que abandona a sus amigos es peor que la escoria- usó su último recurso para convencerla.
-No uses las frases de Obito en mi contra- lo señaló- En serio no puedo hacerlo, sería incorrecto, le fallaría a mis hermanas fujoshis- se escuchaba preocupada, empezaba a ceder.
-Eres mi única esperanza, si no aceptas tendré que terminar con él porque no podré con toda la presión de mi familia o quizá me envíen a una escuela militar sin despedirme de ustedes o tengamos que cometer suicidio como Romeo y Julieta- por fin su imaginación trágica le servía de algo. 
-Eso es ir muy lejos-
-Conozco a mi madre, es un monstruo cuando se lo propone- puso una mirada chantajista para terminar su acto.
-De acuerdo, te ayudaré- lo miró con asco- Pero no me agrada la idea y si empiezas a hablar de una boda voy a matarte-
-Eres la mejor persona que puede existir en este planeta- 
-Dime algo que no sepa- volteó los ojos.
Y así terminó el descanso, con una nueva pareja de rubios, aunque Alice no estuviera segura de aquello iba a ayudarlo, por otro lado Eugeo estaba nervioso por lo que pasaría más adelante además que Kirito no le había dicho porque no pasarían juntos el descanso, sabía que no estaba en posición para reclamarle pero era su primera relación y no quería arruinarlo (aunque parecía que lo haría en cualquier momento).
El día escolar había terminado, se dirigieron al club para seguir ensayando, Quinella dijo que su padre regresaba listo para empezar a grabar aquellos diálogos y quizá para la primavera tener listo el juego. Estaba emocionado por el proyecto y pensaba regalarle la copia que les darían a su querido vecino. 
Regalos, ¿Cuando cumplía años aquel pelinegro? ¿Cuál era su comida favorita? ¿Color favorito? De pronto se dio cuenta que no sabía muchas cosas sobre, quien se supone era, su pareja. Conocía algunos datos sobre su pasado, su amistad con Sachi y su gusto por los vídeo juegos, sabía que molestaba a esa tal Sinon por estar enamorada de Lizbeth pero no sabía que clase de persona era en los juegos online, según Yuuki-san sabía emplear su labia pero ¿Qué significaba eso? Su animo decayó, ¿Cómo era posible decirse enamorado sin saber si quiera datos tan insignificantes como esos? 
Caminó hasta su casa, pateaba las piedras que encontraba en su camino, aún debía hacer algunas cosas pero no se sentía con animo pero debía fingir ser el hombre más radiante en la tierra a quien acababan de decirle que si. Cuando llegó cambió su cara a una feliz, y fue recibido por la curiosidad de su madre.
-¿Cómo te fue, hijo?- 
-Ella dijo que si- le sonrió y se abrazaron.
-Estoy tan orgullosa de ti- 
Era la segunda vez que le decían esas palabras, escucharlas no le haría ningún bien.
-Es grandioso, ella es grandiosa- dijo feliz, quizá lo decía en otro sentido pero era cierto. De pronto entró el hermano de Eugeo, se veía cansado por otro día en la universidad.
-Estoy en casa- pronunció.
-Hijo, me alegra que llegarás con bien-
-Bienvenido- agregó el menor- ¿Qué tal la escuela?-
-Aburrida, ¿Por qué están en la entrada?-
-Tu pequeño hermano tiene novia- dijo eufórica la mujer.
-¿Novia? ¿Quién puede ser tan estúpida como para salir con él?- su tonó era extraño, no distinguía si estaba bromeando o enfadado.
-Alice-chan- respondió ella- Es maravilloso, será mejor invitarlos a comer y festejar esta noticia- 
-No te adelantes tanto mamá- dijo algo avergonzado- Es mejor esperar un poco a que sea más formal- 
-Tienes razón, voy a preparar una gran cena para ustedes chicos- desapareció y ambos chicos terminaron de llegar, ambos subieron las escaleras.
-Eugeo- llamó su atención.
-¿Si?- lo miró.
- No le mientas a mamá- abrió su puerta y entró a su cuarto.
Dejo confundido al joven pero no le tomó importancia, tomó su celular y llamó a su pareja real mientras se acercaba a la ventana para poder verlo.
-¿Hola?- escuchó su voz por la bocina.
-Hola Kirito- saludó, las cortinas estaban cerradas- Mira por la ventana- 
-No me digas que estas colgado otra vez- se horrorizó.
-No, solo quiero verte un rato, antes de la cena- confesó- Hoy te extrañé mucho ¿Qué hiciste en el descanso?- preguntó intrigado, vio como se abrió la cortina y ventana dejando ver a su querido ojinegro.
-Solo resolvía algunas cosas personales- le sonrió, aunque estuvieran lejos podía ver su sonrojo- Y mañana estaré algo ocupado también- 
-Apenas y te veo desde el festival- 
-Es mejor que sea así por el momento- se volteó- No es nada malo, lo prometo-
-Confío en ti- lo tranquilizó- Mis sentimientos por ti no cambiarán, te amo mucho Kirito- 
-Debo colgar- 
-No cuelgues solo porque estas avergonzado, no estoy esperando que me contestes de todas formas- recordó su debate- Por cierto hay algunas preguntas que debo hacerte-
-¿Cuales?- se le oyó alarmado como si quisiera ocultar algo.
-¿Qué día es tu cumpleaños?- 
-En octubre, para ser más específicos el 7- 
-Eso es en dos semanas- se sorprendió.
-Creo que te quitan el yeso ese día, no importa mi cumpleaños- agregó- Suguha y mi madre hornean un pastel que comemos en la cena y mi padre solía llamarme ese día- se encogió de hombros.
-Será tu cumpleaños número 16 y también el primero sin él, yo quiero que la pases bien- se salió un poco de casa- Juro que ese día será especial, incluso si debo romperme una pierna-
-La cena esta lista- gritó su madre.
-Debo irme, mañana pasaré por tu casa después de ayudar a Alice- le sonrió- Te amo, descansa-
-Igualmente- 
Colgaron la llamada, el rubio bajó a comer. Sin embargo el pelinegro se tiró en su cama, tenía un gran problema y solo podía recurrir a una persona.
Sería un problema para después, ahora solo podía sentirse amado, afortunado por tener a alguien como Eugeo a su lado. 

Se siente raro escribir un capítulo corto luego de tres bastante largos.
Vota y comenta ¿Qué creen que oculta Kirito?
Los quiero mucho, cuídense bastante.

 
 

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